Calatayud solo permitirá los actos religiosos en las “no fiestas” de San Roque

Desde el Ayuntamiento de Calatayud hacen una llamada de atención a la prudencia y la responsabilidad individual para evitar encuentros sociales de riesgo
photo_camera Desde el Ayuntamiento de Calatayud hacen una llamada de atención a la prudencia y la responsabilidad individual para evitar encuentros sociales de riesgo

Este viernes se dio el pistoletazo de salida a las “no fiestas” de San Roque. Los bilbilitanos no podrán disfrutar de sus festejos –con fecha entre el 13 y 16 de agosto- por segundo año consecutivo. La suspensión de las fiestas patronales dictada por el Gobierno de Aragón hasta el próximo 30 de septiembre imposibilita la conmemoración de cualquier acto relacionado con celebraciones masivas en pueblos y municipios. Desde el Ayuntamiento de Calatayud hacen una llamada de atención a la prudencia y la responsabilidad individual para evitar encuentros sociales de riesgo, más allá de los eventos religiosos, que sí se permitirán. Por ejemplo, el domingo 8 de agosto ya tuvo lugar la tradicional misa por el peñista fallecido que no pudo organizarse en 2020.

El acto aconteció en la explanada de conciertos del recinto ferial de Claretianos, donde asistieron un total de 150 vecinos para honrar la memoria de 31 personas, respetando la distancia de seguridad y haciendo uso de la mascarilla. Y es que actualmente la localidad de Calatayud presenta una incidencia acumulada de 154,3 casos por cada 100.000 habitantes a siete días. Esta IA ha disminuido durante la última semana, ya que llegó a sobrepasar la barrera de los 250, lo que provocó que el Departamento de Sanidad pusiera el foco sobre dicho territorio, al igual que sucede con otros como Caspe, Cuarte de Huerva, Tarazona, Jaca y Monzón. Estos dos últimos, además de Huesca capital y Barbastro, sufren toques de queda desde inicios de agosto, lo que supone restringir la movilidad de 1.00 a 6.00 horas.

Dispositivo de seguridad 

El pasado jueves 5 de agosto, el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, mantuvo una reunión en materia de seguridad con responsables de la Policía Local y Nacional para planificar un dispositivo que se pondrá en marcha los días festivos con el propósito de controlar plazas, calles, parques y viviendas particulares. “La situación de rebrotes ha evidenciado que no se puede dejar toda la responsabilidad en manos de las personas”, manifiesta el primer edil. Por este motivo, el Consistorio se ha visto en el deber moral de atender a la legislación vigente instaurada por el Ejecutivo autonómico y reforzar las medidas, que van en la línea de “concienciar a la población para intentar cortar la cadena de transmisión”.

Aranda, consciente de que “la cultura segura no existe en el periodo de fiestas de San Roque”, ha mantenido conversaciones con Interpeñas para terminar concluyendo que “no se podía establecer una alternativa de garantías”. Por esta razón, el único acto que se llevará a cabo será una celebración religiosa el mismo día de San Roque. “Las actuaciones que solemos desarrollar durante estas fechas no tienen encaje en la seguridad que se impone actualmente”, reconoce. Si bien es cierto que a lo largo de la época estival se ha desarrollado algún que otro evento cultural de forma puntual, como las Noches de Verano, cabe decir que se ha realizado lejos de las condiciones habituales a causa de la pandemia.

“Hemos tropezado varias veces con la misma piedra” 

Tal y como explica el máximo responsable del municipio bilbilitano, las vacunas no son esterilizantes, lo que implica que “puede haber un contagio desde la persona vacunada hacia otros individuos”. Para Aranda, la relajación de las medidas –sobre todo la eliminación del uso obligatorio de la mascarilla en exteriores-, unido a que “no hemos aprendido a pesar de haber tropezado varias veces con la misma piedra”, han conducido al disparo de positivos y al incremento de la incidencia acumulada en plena etapa estival.

En última instancia, el alcalde considera que “la solidaridad colectiva debe constituirse como el gran freno contra la Covid”. Aunque la vacunación de mayores de doce años avanza a un ritmo más que notable, Aranda subraya que “hay que tener especial cuidado con los menores de esa franja porque también se contagian y pueden contagiar”.