Las denominaciones de origen no prevén grandes problemas con las restricciones por la pandemia al tener la experiencia del año pasado

Las cuatro denominaciones de origen de Aragón tienen previsto recoger alrededor de 130 millones de kilos de uva en la campaña de vendimia, que se iniciará progresivamente a lo largo de las próximas semanas. El clima desfavorable en los meses de invierno y primavera, con pedriscos y heladas más abundantes, ha propiciado un descenso cercano al 7% respecto al año pasado, cuando se recogieron unos 140 millones, aunque todavía lejos de la cosecha de récord que hubo en 2018, con 183 millones de kilos de fruta.

Donde más se va a notar esta caída va a ser en la D. O. Cariñena, con una previsión inicial de 70 millones de kilos, por debajo de los 96 millones del año pasado, y que marcha con unos 15 de retraso respecto a las fechas habituales. Su nuevo presidente, Antonio Ubide, ha lamentado el “verano incierto” que está viviendo, con muchas zonas afectadas por pedrisco que dificultan las evaluaciones. “Normalmente, para estas fechas ya tendríamos la uva enverada, cambiada de color, y estamos prácticamente en un 15% de envero. Viene con 15 o 20 días de retraso”, ha explicado.

La primera en arrancar la vendimia será la D. O. Somontano, que prevé empezar a recolectar desde el día 17. Con 4.000 hectáreas de viñedo y una quincena de variedades, este año prevén recoger unas 19 toneladas, un aumento del 20% respecto al año pasado, cuando las heladas, lluvias y pedrisco mermaron la previsión. “Aunque veníamos de un año lluvioso con reservas de agua, ha sido un año relativamente seco con temperaturas suaves, que han provocado esta cantidad de uva”, ha explicado su director de Certificación, Óscar Torres.

Por su parte, la D. O. Campo de Borja maneja unas previsiones ligeramente inferiores a las del año pasado, entre 28 y 30 millones de kilos, aunque por encima de la media. “No ha sido un verano caluroso y a nuestra garnacha le cuesta la maduración. Es bueno que sea lenta, pero no tanto como este año. Vendrá con 15 días de retraso al año pasado, que fue anticipada”, ha expuesto su presidente, Eduardo Ibáñez, quien ha resaltado que la uva será de una “calidad superior” gracias a esa lenta maduración.

Igualmente, la D. O. Calatayud es una de las últimas en vendimiar, y, aunque estiman que todavía falta mes y medio para arrancar la recolección, prevén una buena cosecha de 12 millones de kilos, mermada en sus inicios por la borrasca Filomena y las heladas. “El cuajado inicial fue muy desigual. Estuvimos en muchos sitios a más de -18ºC y la planta despertó de forma distinta a otros años. Se fue unificando y todas empezaron la floración bien”, ha remarcado su presidente Miguel Arenas.

Vuelven las ventas prepandemia

Al margen de los datos de cosecha, la vendimia 2021 deja una noticia para la esperanza: la recuperación de los niveles de ventas prepandemia. El pasado año, las restricciones a la hostelería por la pandemia hicieron que muchos restaurantes tuvieran que cerrar o redujeran sus compras, dejando muy mermado el canal Horeca. En esta ocasión, con el sector más aliviado, se están recuperando los números de 2019.

Así lo ven desde la D. O. Somontano, quienes ya perciben esa recuperación. “Para nosotros el canal Horeca es muy importante y se está notando. No es un verano normal, pero la restauración se está reactivando y esperamos cerrar el año con un incremento destacado de las ventas”, ha valorado Torres. Unos datos que también manejan en el Campo de Borja, donde el objetivo es mantener sus mercados tras un 2020 donde cayeron un 30%. “Fue un año muy malo, pero ya estamos en cifras de 2019, en unos 20 millones de botellas. Ojalá termina esto de una vez y crecemos con la idea que llevábamos hace dos años”, ha señalado.

Menos afección ha tenido la D. O. Calatayud, donde la exportación ya supone más del 80% de sus ventas. “Esas ventas no se pararon. Se frenó cuando empezó la pandemia, pero se reactivó con cierta normalidad. La merma fue muy baja y totalmente asumible. Entendemos que estas cifras se están normalizando”, ha celebrado Arenas, quien espera ahora mantener y fomentar los canales digitales que se crearon cuando la Covid-19 cambió la vida de todos los ciudadanos.

Sin embargo, no son tan optimistas en la D. O. Cariñena, donde las ventas cayeron un 10% en 2020 y todavía no han podido recuperar las cifras anteriores a la explosión de la pandemia. “Está el mercado muy complicado. Los cruceros todavía no se han reactivado, y movían en torno a 50 o 60 millones de botellas de toda España. El turismo masivo tampoco está y los hoteles lo notan. Y la hostelería tampoco puede dar muchas cenas”, ha remarcado Ubide, que, eso sí, va a recuperar para este año una reducida Fiesta de la Vendimia, después de que tuviera que cancelarse el año pasado.

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