Ejea teme un aumento de su incidencia por los dos bares intervenidos durante el puente de agosto

En ambos bares se sobrepasaba con creces el aforo permitido // Foto: Policía Local Ejea
photo_camera En ambos bares se sobrepasaba con creces el aforo permitido // Foto: Policía Local Ejea

Situación irresponsable la vivida durante la noche del sábado 14 de agosto en la localidad de Ejea de los Caballeros. La Policía Local tuvo que intervenir en dos bares por un “incumplimiento completo” de las medidas sanitarias y de seguridad. “Ha sido un puente intenso”, reconoce el jefe del cuerpo policial del municipio, Jorge Villanueva. En el interior de uno de los locales había en torno a 60 personas, cuando el aforo permitido no debería sobrepasar las 40. Mientras, en el otro establecimiento la cifra de gente ascendía a 75, y el aforo no tendría que superar la barrera de los 50 individuos. Desde el Ayuntamiento temen un posible incremento de la incidencia acumulada a causa de estos episodios puntuales. Actualmente, la IA en la zona de salud se sitúa en los 117,8 casos por cada 100.000 habitantes a siete días.

“Lo que presenciamos el sábado fue brutal, una barbaridad. Parecía cualquier noche prepandemia más propia del 2019”, manifiesta Villanueva. En torno a las 23.00 horas, la Policía recibió una llamada de varios vecinos del Casco Histórico alertando de exceso de ruido proveniente de un bar concreto. “Cuando nos presentamos ahí, pudimos observar que había mucho más aforo del permitido, gente sin mascarilla, y carencia de mesas y sillas”, explica. Por este motivo, procedieron inmediatamente al desalojo y posterior cierre del local, al que ya habían acudido en anteriores ocasiones por quejas recibidas, aunque “nunca había ocurrido nada similar”.

Restablecimiento de las medidas sanitarias en otro bar 

Tras la inspección en este primer negocio, comprobaron otras zonas susceptibles de “poder quebrantar las normas”, pero se cercioraron de que todo estaba en orden. “Después llegamos a otro establecimiento donde ya vimos mucha gente acumulada en la puerta, una buena parte procedente del anterior bar desalojado”, prosigue Villanueva. Accedieron a su interior y, desafortunadamente, volvieron a constatar un grave incumplimiento de medidas. “Había clientes consumiendo en barra sin mascarilla, al igual que los camareros, se utilizaba el pasillo central a modo de pista de baile y más de seis personas estaban sentadas en cada mesa”, relata.

En este caso, al contrario que en el anterior, se condujo al restablecimiento de las normas sanitarias porque el bar sí disponía de mesas y sillas. No obstante, se comunicó al propietario que se informaría a la Dirección Provincial de Salud sobre las infracciones cometidas y se le propondría para sanción. Por otro lado, el propio jefe de la Policía ejeana aclara que en ninguno de los locales se produjeron conatos de violencia.

Lo que lamenta Villanueva es que, dejando de lado la responsabilidad individual de cada persona, el gremio de la hostelería y la restauración “sabe lo que está permitido y lo que no en sus respectivos negocios, pero ya casi no se puede confiar en nadie y la esperanza se va perdiendo”. “Si no sumamos esfuerzos de manera conjunta, todo resulta muy complicado”, continúa.

Reuniones en espacios públicos 

También se detectaron reuniones sociales en exteriores, algo que viene siendo más habitual durante los fines de semana. A los cuerpos policiales les preocupa especialmente el incremento del consumo de alcohol en menores de edad, que optan por hacer uso de la vía pública porque “no disponen de un local privado”. En cuanto a los focos en los que se suele reunir más gente, destacan emplazamientos como el Parque Central, el pantano de San Bartolomé, la zona de las piscinas municipales o el área del Mirador de La Llana. “Si localizamos focos de muchas personas reunidas intentamos, como mínimo, que estén haciendo uso adecuado de la mascarilla y respetando la distancia de seguridad”, matiza Villanueva.

Asimismo, la Policía ejeana recibió varios avisos por fiestas en pisos de comunidades de vecinos, no así llamadas por reuniones en fincas privadas situadas a las afueras del núcleo urbano. “Ahora mismo la apertura de peñas y locales queda totalmente prohibida”, explica el máximo responsable del cuerpo de Policía.

Para el lunes 23 de agosto se ha convocado una Junta Local de Seguridad cuyo único punto en el orden del día se basa en las “no fiestas” de Ejea con el objetivo de hablar sobre las posibles consecuencias derivadas del puente. “Estableceremos un protocolo específico de seguridad encaminado a que la gente sea consciente de que no nos encontramos en una situación normal, y que se deben cumplir sí o sí las normas sanitarias vigentes”, recalca el jefe policial. Tras el cierre del verano y la finalización de los festejos populares, Villanueva ve “muy posible” que se produzca una nueva ola de contagios a nivel autonómico y nacional. “A pesar de que mucha gente piense lo contrario por el avance en la vacunación, la pandemia todavía no ha acabado”, recuerda.