Pistoletazo de salida a la construcción de la nueva planta de la farmacéutica Becton Dickinson en el polígono Empresarium de Zaragoza. La compañía ya ha comenzado con el movimiento de maquinaria y tierras para levantar una planta en sus terrenos de 102.000 metros cuadrados, donde se producirán jeringuillas recargables, componentes de plástico o sistemas de seguridad para vacunas como la de la Covid-19 o gripes y en enfermedades crónicas como la artritis reumatoide, esclerosis múltiple o el cáncer.
En concreto, las obras de la infraestructura se iniciarán a finales de año con el objetivo de tenerla operativa dentro de dos años. Los dispositivos que se produzcan serán empleados por otras farmacéuticas, que las llenarán con sus propias vacunas o medicamentos antes de administrarlas. “A nivel global vamos a realizar una inversión de 1.200 millones de euros para expandir nuestra capacidad de fabricación, mejorar su tecnología en las cinco plantas existentes en Estados Unidos, México, Japón, Hungría, Francia y, dentro de poco, en Zaragoza”, ha resaltado el vicepresidente ejecutivo de Intregrated Supply Chain de BD, Alex Conroy.
La elección de Becton Dickinson por Zaragoza no fue casualidad. La compañía ya conoce a la perfección las condiciones y la competitividad de Aragón desde que en 1987 abrieron la fábrica de Fraga, que, con 6.000 unidades fabricadas cada año, de las que se exportan el 90%, tuvo “un papel esencial” en la lucha contra la Covid-19. “Produce una jeringa que permite aprovechar más dosis de la vacuna por su diseño. Es una referencia de producción y modernización a nivel mundial para nosotros”, ha resaltado Conroy.
El proyecto se desarrollará en cuatro fases entre 2021 y 2030. La primera de ellas, hasta 2023, comprenderá la construcción de la planta para fabricación y ensamblado de piezas de plástico y caucho, con una inversión económica prevista de 66 millones de euros. Las otras tres fases restantes se llevarán a cabo entre 2023 y 2030 y comprenderán la ampliación de los equipos necesarios para la fabricación de las jeringas de vidrio Hypack. La inversión prevista para la fase 2 es de 140 millones de euros y la correspondiente a las fases 3 y 4 dependerá de las necesidades de las líneas de producción.
El Gobierno de Aragón declaró este proyecto de Interés Autonómico, lo que permitió agilizar los plazos administrativos. Una inversión que, según el presidente autonómico, Javier Lambán, se enmarca en las necesidades de “reindustrializar” Europa ante la falta de materiales médicos en los primeros meses de pandemia y de chips en la actualidad. “Europa se debe plantear con mucha seriedad recuperar la soberanía económica y productiva, y apostar por una reindustrialización real y efectiva”, ha asegurado.
Asimismo, Lambán ha valorado el crecimiento de la industria médico-farmacéutica en la Comunidad. Una industria que ya tiene 4.000 puestos de trabajo en el territorio y que ha cuadriplicado las exportaciones desde 2015. “Vista la amplitud de miras de las empresas, no es difícil adivinar un futuro esplendor”, ha aventurado.
Del mismo modo, el Ayuntamiento de Zaragoza aceleró la subasta de los terrenos para poder comenzar cuanto antes con los trabajos. El alcalde, Jorge Azcón, ha tendido la mano a todas las empresas que quieran instalarse en la capital aragonesa, definiéndose como una “ciudad abierta a la inversión y a la creación de riqueza y empleo”. “Estamos dispuestos a colaborar con Becton Dickinson y con cuantas empresas quieran venir a nuestra Comunidad”, ha afirmado.
Esta será la cuarta fábrica de BD en España, después de las de San Agustín de Guadalix, Fraga y Almaraz, que ya producen un total de 10.000 millones de dispositivos médicos cada año y emplean actualmente a 1.500 personas.