Los brotes en las residencias suman ya 169 con 1.300 positivos y la DGA descarta nuevas medidas

El pasaporte Covid es obligatorio para acceder a ellas y los visitantes no pueden entrar a las habitaciones de los residentes
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Los brotes en las residencias aragonesas suman ya 169, 50 más que hace una semana, implicando a 1.300 personas positivas en coronavirus. De ellas, algo más de 900 son residentes, mientras que los restantes son trabajadores. Además, en 55 residencias el brote implica únicamente a los empleados de las mismas. Así lo ha confirmado este lunes la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, que se ha mostrado esperanzada con la bajada de los casos en las residencias porque "son un fiel reflejo de lo que ocurre en la sociedad". Broto ha asegurado que por el momento se descartan nuevas medidas y que las actuales estarán vigentes hasta que mejore la situación. Por ello, a los familiares y visitantes que acudan ahora a las residencias, siempre que estas no tengan un brote, se les exigirá el pasaporte Covid. Además, la DGA tomó la decisión ante la llegada de la Navidad de que los familiares no pudieran entrar a las habitaciones de los usuarios, incluso teniendo el pasaporte, y que si los mayores salían de la residencia debían hacerlo en un entorno de personas vacunadas. Estas medidas se prorrogan ahora sin una fecha estimada. "La situación es notablemente diferente y mejor que la que hemos tenido en otras etapas de la pandemia y eso se debe fundamentalmente a la vacunación. No hay tantos contagios si un usuario o trabajador de las residencias da positivo y el virus afecta de manera más leve gracias a esta", ha reconocido Broto que ante el horizonte de posibilidades de una cuarta vacuna ha reconocido que "se hará lo que digan las autoridades sanitarias". Además, Broto ha recordado que ante el aumento de casos entre los trabajadores y las bajas laborales de los mismos, se flexibilizaron los requisitos para poder acceder a un puesto en las mismas. Esto implica que aquellos que postulen no tendrán que disponer de la acreditación que hasta ahora se requería, aunque sí tener experiencia en el cuidado de personas mayores. Ante la necesidad de personal, desde la DGA hicieron un llamamiento en el que más de 900 personas, con y sin acreditación, entraron la semana pasada a trabajar en una.