Redobles que rompen el silencio: los bombos y tambores vuelven a sonar en los pueblos de Teruel

Imagen de la tradicional “Rompida de la hora" de Calanda en 2017
photo_camera Imagen de la tradicional “Rompida de la hora" de Calanda en 2017
Un silencio sepulcral se desvanece en la noche del Jueves Santo al Viernes Santo en localidades bajoaragonesas con el estruendo de los bombos y los tambores llenándolo todo de emoción, sentimiento y pasión. La Rompida de la Hora es una de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa en Teruel, un momento único que solo entiende quien lo vive, pues los sentimientos son difíciles de explicar. Tras dos años en los que Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén se vieron obligados a tocar sus bombos y tambores desde sus balcones a causa de la pandemia, los redobles volverán a sonar por todo lo alto en una Semana Santa que ya empieza a vibrar en estas nueve localidades que componen La Ruta del Tambor y el Bombo. "La sensación que nos invade ahora mismo es de nerviosismo. Nosotros rompimos la hora estos años de pandemia en un acto de rebeldía desde nuestros balcones como para decir que este sentimiento que tenemos es tan grande que nadie nunca lo va a parar. Pero no fue lo mismo. Lo que nos une, lo que une a estos municipios del Bajo Aragón, es esa forma que tenemos de sentir la Semana Santa. De estar juntos, en familia. La Semana Santa del Bajo Aragón es diferente a cualquier otra. Es ese sentimiento el que va a hacer que este año esa Rompida de la hora sea tan especial", ha relatado el presidente de la Ruta del Tambor y el Bombo, Fernando Galve. El 5 de septiembre de 1970 nacía la Ruta del Tambor y el Bombo como símbolo de hermanamiento entre nueve localidades que querían compartir y enseñar al mundo esa forma de vivir la Semana Santa. Localidades separadas espacialmente pero que, con sus tambores y bombos, se unen en un acontecimiento que 52 años después se ha convertido en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Ahora, con apenas unas semanas para que esa Ruta vuelva a llenar de estruendo y pasión estas localidades, los nervios ya están a flor de piel. "Antes teníamos la incertidumbre por la pandemia y ahora a lo que estamos mirando es al cielo porque tememos que la lluvia nos impida salir aunque esperamos que no. La verdad es que es un momento muy especial para todas estas localidades que nos unimos y ya estamos ensayando con muchas ganas e ilusión", ha asegurado el presidente de la Cofradía del Cristo de los Tambores de Andorra, Aitor Pes. Y de Andorra a Alcorisa, pues el municipio será el encargado de acoger las Jornadas nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, un evento que llega entre el 25 y el 27 de marzo con muchas ganas tras un parón obligado por la pandemia. Allí, cuadrillas de 24 pueblos de cinco comunidades autónomas se reunirán para demostrar que ese toque que los une va mucho más allá del estruendo y la Semana Santa, pues es un sentimiento pasional y entregado. Hasta allí se trasladarán, por ejemplo, casi 300 cofrades de diferentes cuadrillas de Híjar que ya están ensayando y preparando los toques y redobles. "Siempre tenemos muchas ganas, pero este año el sentimiento es mucho más fuerte porque volvemos a salir a las calles y eso no se puede pagar con nada", ha asegurado Ángel Gabriel Ariño, concejal de la Semana Santa de Híjar. Un fin de semana después, el 1,2 y 3 de abril, tendrán lugar las Jornadas de Convivencia de la Ruta del Tambor y el Bombo en Alcañiz. Allí diferentes representantes de los pueblos harán sonar sus tambores y bombos en un aperitivo de lo que ocurrirá en la Ruta de la Semana Santa. Una tamborrada, porque la hora solo se rompe una vez, y diferentes desfiles por las calles del municipio compondrán una programación intensa y especial. Así, en apenas unas semanas, nueve municipios se convertirán en uno en una Ruta del Tambor y el Bombo que vuelve a vibrar y a llenar de pasión el Bajo Aragón.