El Orgullo Lgtbiq inunda Zaragoza en una manifestación por la libertad

La manifestación del Día del Orgullo ha vuelto a Zaragoza bajo un halo de normalidad
photo_camera La manifestación del Día del Orgullo ha vuelto a Zaragoza bajo un halo de normalidad
Varios miles de participantes, cientos de carteles y cientos de proclamas. Miles de colores, miles de reivindicaciones y mil ganas de tener derechos plenos. Y un centro, el de Zaragoza, colapsado por un solo grito: “Transformar es avanzar”. La manifestación del Día del Orgullo ha vuelto a Zaragoza bajo un halo de normalidad, tras dos últimas ediciones descafeinadas por la pandemia del coronavirus. Un nuevo 28 de junio, fecha elegida para celebrarlo en la capital aragonesa, que ha convertido el Paseo de la Independencia en un largo pasillo arcoíris. Una vez más, el Orgullo ha logrado sus dos objetivos principales: convertir las calles en toda una fiesta y lanzar las proclamas en favor de un colectivo que vuelve a sentirse amenazado. Porque la violencia, aunque se haya querido dejar en un segundo plano, ha estado ahí. Un rechazo frontal por parte de todos los asistentes y un recuerdo para todos aquellos que la han sufrido en los últimos meses. El reciente ataque terrorista en Oslo o el duro inicio de año vivido en el entorno de la calle Fita, del Ambiente zaragozano, han sido los dos episodios más repetidos para mostrar el gran deseo de acabar, para siempre, con esta lacra. Poder para las reivindicaciones en una jornada de unión Lo anunciaron en la presentación y lo han mantenido durante toda la marcha: las asociaciones Lgtbiq de Zaragoza han mostrado unidad durante todo el recorrido, hermanadas tras la pancarta. “Transformar es avanzar” fue un lema que escondía, detrás, muchas de las demandas que estaban incluidas en el manifiesto que ha cerrado la comitiva. [caption id="attachment_347549" align="alignnone" width="770"] Las asociaciones Lgtbiq de Zaragoza han mostrado unidad durante todo el recorrido, hermanadas tras la pancarta[/caption] La lectura del manifiesto ha acercado de nuevo el tema de las agresiones y ha estado marcada por numerosas exigencias, dirigidas a la sociedad y a los medios de comunicación. “Vamos a mantener la mirada en el camino de transformaciones que nos queda por recorrer, un camino de deberes pendientes que también deben recorrer las instituciones”, ha rezado el texto, que ha incidido en que se debe informar de las agresiones “como lo que son, para poder extirpar la homofobia, transfobia o el machismo que los produce”. La única división existente en la manifestación ha sido el reparto por bloques. Una forma de seccionar que ha llevado a los representantes y miembros de las organizaciones al frente, seguidos por la primera de las dos batucadas que han acompañado la marcha. Tras ella, el resto de las entidades, con más manifestantes, han precedido al segundo grupo musical, que ha sido la última barrera. Para cerrar la comitiva, partidos políticos y otras organizaciones ajenas al movimiento han participado en esta manifestación del Día del Orgullo. La Ley Trans, también en el foco Junto a las reivindicaciones, los derechos, las ganas de libertad y el fin de la violencia, el Orgullo Lgtbiq ha servido para solicitar a los dirigentes políticos el avance de la Ley Trans. Aprobada por el Consejo de Ministros esta misma semana, esta propuesta legislativa lleva siendo uno de los puntos polémicos en la coalición nacional desde hace más de un año, momento en el que se comenzó su redacción. “Por eso exigimos que la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas Lgtbiq se tramite de una vez en el Congreso”, han afirmado las asociaciones organizadoras en el comunicado, que también contenía un ataque directo a aquellos cargos públicos que limitan el avance del texto: “¡Basta ya de dinosaurios que no ha elegido nadie y que la torpedean desde sus despachos!”.