El Real Zaragoza de Carcedo se trae de Las Palmas su primer punto de la temporada como visitante. En un partido tremendamente igualado y sin excesivas flores, ambos equipos firmaron tablas más por su seguridad defensiva que por la capacidad ofensiva. Al cuadro blanquillo todavía se le ve por construir en ataque, pero mantiene su buena hacer atrás para confirmar la puerta a 0 en el estreno liguero.
El canterano Miguel Puche era la gran novedad de un Carcedo que salía de inicio con diez jugadores de la temporada pasada, y Manu Molina como el único fichaje titular. La principal duda era quién iba a sustituir al lesionado Iván Azón en la punta del ataque, y el elegido era el colombiano Juanjo Narváez, que regresaba al Gran Canaria con la misión de estrenar su marca goleadora diez meses después de su último tanto con la blanquilla.
Aragoneses y canarios se alternaron la posesión del balón durante los primeros minutos. Ambos equipos querían crecer con una idea similar, crear jugadas desde atrás y buscando los espacios a dos defensas adelantadas. A punto estuvo de salirle el plan al Zaragoza a los siete minutos, cuando Narváez cazó una contra y encaró a Sidnei, último defensa antes de enfrentarse al meta Valles, pero no se contuvo en cortar el ataque en falta y en ver la primera amarilla del partido.
La primera llegada del partido fue para Las Palmas, con una contra, tras una pérdida de Bermejo en el centro del campo, pero Cardona no pudo superar a Cristian Álvarez. Respondió el Zaragoza con una buena arrancada de Fran Gámez hasta línea de fondo, pero no encontró a la segunda línea en el pase de la muerte. Más tarde, el portero argentino tuvo que volver a aparecer para desviar a córner un peligroso disparo desde la frontal de Viera.
El partido avanzaba sin un dueño claro, con el Zaragoza bien organizado en defensa y queriendo iniciar jugadas e implantar su ritmo, pero sufría en exceso con las pérdidas en el centro del campo, que propiciaban claras ocasiones de Las Palmas en superioridad. Con balón, los de Carcedo no conseguían superar el entramado defensivo canario, siendo Gámez prácticamente el único jugador que creó peligro durante la primera mitad, más allá de las dos amarillas que logró forzar Narváez saliendo a la contra.
Segunda parte
Sin cambios, el Zaragoza inició la segunda mitad con la intención de darle más movilidad y velocidad al balón, con un centro de Gámez al que no llegó Puche en el segundo palo. Pero pronto se repitió el guion de la primera parte, con muchos problemas para crear peligro en jugada. Aun así, Bermejo y Gámez tuvieron en sus botas el primer gol de la temporada, el primero con un lanzamiento de falta exactamente sobre la línea y el segundo con un disparo que sacó Curbelo en área pequeña. Respondía Jonathan Viera con un duro lanzamiento ajustado al palo que obligó a volar a Cristian.
Carcedo movió su equipo en el 65 con la entrada de Eugeni y Mollejo para darle un nuevo aire al ataque zaragocista, que lo necesitaba para sumar tres puntos en tierras canarias, pero el partido avanzaba hacia un 0-0 muy claro en el estreno liguero. Solo un puntual agujero en el seguro engranaje defensivo de ambos equipos, y este a punto estuvo de llegar en el 75. Milla Alvéndiz señaló un penalti inexistente de Chavarría, que no tocó a Loiodice, pero el VAR hizo su labor y corrigió al colegiado.
Tras el susto, entró el partido en los últimos diez minutos con todo por decidir y con los dos equipos ya dando por bueno el punto, o al menos centrándose en no perderlo. Carcedo introducía a Petrovic en el medio para cerrar su propia portería. Lo intentó Giuliano Simeone con una carrera sobre la línea de fondo hasta el área pequeña, pero se quedó sin ángulo para batir a Valles. También la iba a tener Las Palmas, ya en el 93, con un durísimo misil teledirigido de Curbelo que obligó a Cristian a repetir uno de sus milagros, no menos meritorios por ser conocidos.