Jaime Pradilla, el aragonés que se corona como campeón de Europa

Aragón tiene un nuevo campeón de Europa: Jaime Pradilla. Zaragozano de toda la vida y jugador de baloncesto en el Casademont Zaragoza.
Pradilla, durante un partido de España. Foto: FAB
photo_camera Pradilla, durante un partido de España. Foto: FAB
Aragón tiene un nuevo campeón de Europa: Jaime Pradilla. Zaragozano de toda la vida y jugador de baloncesto en el Casademont Zaragoza, tuvo que ser el Valencia Basket quien se lo llevase pagando la cláusula de 250.000 euros. A partir de ahí, como ya se había visto en la capital aragonesa, su techo estaba muy alto, y su presencia en la Selección era habitual. Ahora se ha proclamado campeón del Eurobasket con España representando a toda la Comunidad. Precisamente él puso voz al triunfo en zona mixta, donde aseguró encontrarse “en un buen grupo, una familia”. “Cuando las cosas han ido mal nos hemos unido más que nunca”, declaró. Pradilla también se ha deshecho en halagos hacia un compañero que muchos querrían. “Tener a Rudy Fernández de compañero de habitación ha sido increíble, es un referente de mi infancia y poder haber mamado tantos valores no tiene precio”, ha asegurado. Lo cierto es que la experiencia ha sido única. “Estoy disfrutando de un sueño del que no quiero despertar”, insistió ante los micrófonos. Con 21 años, proclamarse campeón de un Eurobasket junto a auténticas leyendas del baloncesto convierten a Pradilla en un chaval especial. “He pensado en mi familia, en el trabajo hecho y en disfrutar de este sueño. Hay que seguir así”, ha insistido. En definitiva, campeones de Europa, medalla de Oro. La Selección lo ha vuelto a conseguir. Derrotó a Francia en la gran final de Berlín (88-76), en un derroche más de estrategia, carácter, talento y competitividad. Otra exhibición más del equipo redondeada por siete triples de Juancho y 11 asistencias de Brown. España ha logrado la novena medalla en los diez últimos campeonatos, un registro histórico que consolida a España como la gran potencia europeo del siglo XXI. Además, escala un peldaño en relación al bronce de 2017. La Selección agiganta aún más su leyenda.