La economía aragonesa no recuperará hasta 2023 su PIB previo a la pandemia

La inflación es, en estos momentos, una de las principales causas de la incertidumbre que caracteriza a la situación económica
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La economía aragonesa creció un 5,2% en el pasado 2021, una décima más que la media española, aunque fue insuficiente para recuperar los niveles previos a la pandemia, que no se alcanzarán hasta 2023. La evolución de la Covid19, gracias a las vacunas, permitió mejorar los indicadores a lo largo del año, situando la tasa de paro como la segunda mejor de todas las comunidades (10,16%), pero la persistencia del virus, la dificultad de reactivar las cadenas de producción o el aumento de costes incrementaron la incertidumbre y evitaron una completa vuelta a la normalidad. Así lo recoge el Informe Económico de 2021 realizado por la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio, que recoge, no en vano, cómo Aragón se sitúa en mejor posición que la media española, que ni siquiera alcanzará las cifras preCovid en 2023. “Aragón estará en 2023 exactamente en dicho valor, pero España todavía lo finalizará con un 1,14% por debajo”, ha detallado el catedrático de Análisis Económico de la UZ Marcos Sanso, quien mantiene las previsiones para este 2022 en el 3,9% en la Comunidad y en el 3,8% en el conjunto nacional. En cualquier caso, Sanso da por hecho que se va a producir una “desaceleración” de la economía, es decir, va a crecer a un ritmo inferior al del año pasado, pero prácticamente descarta, en el escenario actual, entrar en recesión, es decir, sumar dos trimestres consecutivos en negativo. No obstante, ha restado importancia a que se produzca en un momento puntual siempre que no afecte al empleo. “La situación actual no tiene comparación con 2008. La posición de empresas y familias es mucho más saneada. Que caiga el PIB no quiere decir mucho, y si cae el empleo no será demasiado”, ha señalado, reiterando que “no la vemos (la recesión) ni ahora ni al año que viene”. La inflación es, en estos momentos, una de las principales causas de la incertidumbre que caracteriza a la situación económica. Una escalada de los precios que el catedrático de Análisis Económico espera que empiece a aminorar este mismo año. “La previsión es que, en el segundo trimestre, salvo acontecimientos excepcionales, vaya a ser de disminución del IPC. Está en un 10,5% y la expectativa es que finalice entre el 8 y el 8,5%”, ha explicado, calificando como “necesario” y “deseable” que se acuerde un Pacto de Rentas para ayudar a empresas y trabajadores, reconociendo, en todo caso, que la proximidad de las elecciones dificulta las posibilidades de un gran acuerdo nacional. Análisis de 2021 En el informe se recoge que la mayoría de los indicadores de la economía aragonesa fueron positivos en 2021, en contraste con el año anterior, de irrupción de la pandemia, especialmente los relativos al comercio, la industria, el empleo, el endeudamiento público y los precios, en muchos casos con tasas de variación inéditas nuevamente. El contexto internacional volvió a contribuir positivamente como en años anteriores, pero sin recuperar los valores pasados por la caída del turismo, los visitantes, los vuelos y los intercambios comerciales. De hecho, enumera algunos aspectos “a presumir” por la Comunidad, como ser la segunda con menor tasa de paro (10,16%), solo por detrás de País Vasco (9,54%); la quinta en PIB per cápita; repetir el récord de exportaciones, con 14.425 millones de euros; o la rentabilidad media de las empresas aragonesas, por encima del 3%. Asimismo, el desempleo en la provincia de Huesca se sitúo en el 7,57%, en línea con la media de la Unión Europea del 7%. Por el contrario, persisten algunas cuestiones negativas a lamentar, como el mantenimiento de los altos niveles de endeudamiento en el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza; la disminución de la población activa; o la inclusión de ciertos indicadores de demanda por debajo de la media nacional, tales como el índice de producción industrial, el sector servicios, el comercio al por menor y el precio de la vivienda. Ibercaja no percibe todavía incrementos de impagos o morosidad El análisis realizado por Sanso coincide con los datos que ha expuesto Ibercaja, cuyo director territorial en Aragón, Antonio Lacoma, no percibe todavía “incremento de morosidad e impagados”. En cualquier caso, “no nos enfrentamos a esta crisis igual que en 2008”, ha resaltado, sino que la posición de empresas y familias es “mucho mejor” y “más sólida económicamente” que hace 14 años.

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