Los años 20 llegan al Principal de la mano de la zarzuela "El sobre verde"

Se trata de una adaptación de la obra de Jacinto Guerrero, con un montaje "adaptado al siglo XXI"
photo_camera Se trata de una adaptación de la obra de Jacinto Guerrero, con un montaje "adaptado al siglo XXI"

La obra “El sobre verde” llega al Teatro Prinicipal de Zaragoza los próximos días 30 y 31 de mayo. Se trata de una “operata cómica con gotas de revista” que trata una historia picaresca con alusiones a la modernidad transgresora. La diosa Fortuna sabedora de que don Nicanor, protagonista y golfo soberano del hampa madrileña, realizó una acción meritísima salvando la vida a una persona, le premia entregándole, dentro de un sobre verde, los vigésimos del gordo de Navidad. Dispone por uno de sus caprichosos decretos que aquellos salgan agraciados en el sorteo y, de este modo, don Nicanor pasa rápidamente desde la más vergonzosa indigencia a una fastuosidad deslumbradora. Don Nicanor atiende pródigo y generoso a los que le ayudaron a mal vivir, triunfa y gasta a manos llenas, cruza los mares, llega a Nueva York y allí finalmente, entre su mala suerte en el juego y las orgías cabaretísticas, ve desaparecer su última peseta .

Se trata de una adaptación de la obra de Jacinto Guerrero, con un montaje “adaptado al siglo XXI, que es lo que no suele pasar en la zarzuela”, ha puntalizado el consejero de cultura, Fernando Rivarés. Una obra de sello aragonés, al frente de Alberto Castrillo-Ferrer y con los actores Laura Plano, Rafa Blanca, Rafa Maza y J.J Sánchez; el vestuario, a cargo de, también aragonesa, Arantxa Ezquerro y la iluminación de Josema Hernández de la Torre. Además, la Orquesta Sinfónica de Zaragoza interpretará la música en directo desde un foso, el del Principal que se estrena con “El sobre verde”.

Es una zarzuela que el consejero de Cultura, Fernando Rivarés, ha calificado de “muy rompedora y rupturista”. “Musicalmente incorpora nuevos modos, maneras y movimientos musicales que vienen de EEUU, introduce elementos en su composición original y rupturista porque es una zarzuela en la que por fin desaparecen muchos prototipos y aparecen personajes teatrales”.

El productor, Alberto González Lapuente, ha relatado una cuestión que ha calificado de “fundamental y es la condición de una obra fantástica y divertida como esta”. Ha añadido que “nada tendría sentido, por mucha historia o calidad que haya si el espectador que compra una localidad no se levanta satisfecho de su butaca”.

El sobre verde se presentó originalmente como “sainete con gotas de revista”. Escrito por Enrique Paradas y Joaquín Jiménez, le puso música el maestro Jacinto Guerrero. Se estrenó con gran éxito primero en el Teatro Victoria de Barcelona el 22 de enero de 1927 y luego en el Teatro Apolo de Madrid el 14 de marzo de 1927. La obra es considerada como una de las piedras angulares del género. Conserva todavía retazos característicos de la zarzuela castiza, combinados con cuadros de gran revista, lo que la convierte en un claro exponente del entretenimiento de los felices años veinte. La presencia de personajes como la garsón y Madame Sévigné vinculan la obra a la actualidad francesa y particularmente a la figura icónica de la mujer moderna y trabajadora. En su momento causaron una verdadera conmoción entre el público español.

La música es un sabio muestrario de los gustos y modas de la época. Pueden encontrarse elementos tradicionales como el chotis y otros bailables de moda como el tango o el charlestón. Todo ello bajo el sello inconfundible del maestro Jacinto Guerrero, considerado uno de los puntales de este género por su capacidad para crear melodías de gran sencillez que conectaban inmediatamente con el público, lo que le convirtió en uno de los autores favoritos del momento.

Esta nueva versión escénica cuenta con un arreglo instrumental para jazz band de Nacho de Paz con el que se pretende recuperar el espíritu subyacente en la obra, muy cercano al de la música americana que, por entonces, llega a España. La abundancia de arreglos de números famosos de zarzuela que se hicieron en la época para agrupaciones de carácter jazzístico, demuestra la voluntad de modernización de los autores, condicionados en el teatro por los medios convencionales entonces en uso.

La versión escénica está firmada por Alberto Castrillo-Ferrer y, con ella, “El sobre verde” adquiere un ritmo muy particular, resaltando su importancia en referencia a revista y convirtiendo el título en una verdadera comedia musical.

De especial significación es el final de la obra. En origen, la apoteosis final se desviaba del argumento central e incluía referencias a diversas regiones españolas al hilo de las inmediatas exposiciones internacionales de Barcelona e Iberoamericana de Sevilla. En esta nueva versión se busca la coherencia argumental a través de varios números de particular brillantez. Es el caso del famoso “Ramperstén” de “La orgía dorada”: dedicado a Ramper, el gran payaso, conocido por sus parodias a las cupletistas de la época, a los magos, las improvisaciones sobre el escenario, y los chistes mordaces. “La orgía dorada” se convertiría, un año después, en 1928, en una de las referencias inexcusables de la “revista de gran espectáculo” por su formidable visualidad y alarde escenográfico.

La presencia de números nuevos en títulos ya estrenados era una práctica habitual, particularmente en las obras de Jacinto Guerrero, quien solía añadirlos según el lugar donde se presentasen los títulos o con el fin de adaptar estas a las circunstancias de la escena. En “El sobre verde” son evidentes la sucesivas modificaciones estructurales, como se demostró en la edición de la obra para canto y piano que promovió la Fundación Guerrero y en la que se incluyeron nada menos que diez números nuevos que se han conservado en sus versiones originales, como borradores de canto y piano previos a la orquestación.Entre ellos está el “Bombón internacional”, incluido en esta nueva versión escénica de la obra.

Fue presentado en 1934 en una producción escrita a la medida de Conchita Leonardo en el flamante teatro Coliseum de Madrid, lo que inyectó nueva vida a un título que, quizás desde su estreno en 1927, se había quedado algo desactualizado. Este fox-blues protagonizado por Proserpina era una nueva ocasión de lucimiento para la Leonardo mientras el bailarín John Bux y las vicetiples vestidas de pollitos madrileños hacían primores sobre el escenario.

El estreno de esta nueva versión musical y escénica tuvo lugar el 1 de octubre de 2016, dentro de la programación de las Jornadas de zarzuela 2016, dedicadas a la figura de Jacinto Guerrero, y celebradas en el Teatro Auditorio de Cuenca y ahora llega al Principal de Zaragoza.