El 17,4% de los aragoneses se encuentra en situación de exclusión social

Son las personas extranjeras las que más riesgo tienen de caer en una situación de exclusión
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Un total de 227.000 personas -el 17,4% de la población- se encuentran en situación de exclusión social en Aragón. Esta es el dato más destacable que se puede extraer del VII Informe Foessa impulsado por Cáritas Aragón, cuyas conclusiones se han dado a conocer este martes en Zaragoza. Este estudio constata que pese a la recuperación económica solo 29.000 personas (un 1,6%) han abandonado la situación de exclusión desde el anterior informe, elaborado en 2013.

Además, este trabajo también muestra que 105.000 aragoneses se encuentran en una situación de exclusión social severa –un 8%, cifra levemente superior a la de 2013- lo que para el director de Cáritas Aragón, Carlos Sauras, es la constatación de una “cronificación” de la pobreza. “Para este colectivo, el ascensor social no funciona”, ha indicado.

A pesar de esto, no todo son noticias negativas. El porcentaje de aragoneses que se encuentra en una situación de vida digna en términos materiales se eleva desde el 44% de hace seis años al 53% actual. Además, si se suman a aquellos que se encuentran integrados de forma más o menos precaria abarcaría a un 80% de los aragoneses.

El coordinador de este Informe Foessa, Guillermo Fernández Maillo, ha advertido sobre la “fragilidad” de esta parte del colectivo –unas 170.00 personas- que se encuentran en situación de “vulnerabilidad” ya que no disponen de colchón de seguridad alguno y serán los primeros en caer en una situación de exclusión en cuanto se produzca una desaceleración de la economía. “En Aragón, el escenario post-crisis económica se ha caracterizado por una tremenda polarización”, ha recordado.

Hombre, español y trabajador

Este informe constata que tres de cada cuatro personas que sufren exclusión social en Aragón son de nacionalidad española, que uno de cada dos trabaja y que siete de cada diez son hombres. Aún así, son las personas extranjeras las que más riesgo tienen de caer en una situación de exclusión y los hogares con mayores ratios de marginalidad son aquellos cuya persona principal es extranjera comunitaria (27,5%) o extracomunitaria (38%).

También muestra este informe una preocupación profunda por las situación de las familias, ya que, como ha apuntado Fernández, “criar hijos se ha convertido en una de las mayores causas de exclusión social”. Se incide en este trabajo en la situación de las familias numerosas, las monoparentales -cuyo cabeza de familia suele ser una mujer- y de lo que en sociología se conoce como “transmisión intergeneracional de la pobreza” -el riesgo de que los padres en situación de carestía tengan hijos que cuando sean adultos sufran la misma situación-.

El empleo no salva de una situación de exclusión

Otra de las conclusiones del Informe Foessa es que la empeabilidad ya no es una garantía de integración social. Pese a la reducción del desempleo, los sueldos bajos y la precariedad han provocado que el 13,1% de los trabajadores se encuentren en situación de exclusión social y un 2,1% en situación de pobreza severa. Además, el 40,1% de los hogares en exclusión social presentan tasas de intensidad laboral media.

Pese a ello, siguen siendo los desempleados aquellos que más sufren tanto la exclusión (un 31,9% de los desempleados) como la pobreza severa (un 18,8%).

También se han mostrado preocupados acerca de la situación de la vivienda en la Comunidad, ya que el 62,1% de las personas que viven en una situación de exclusión tienen problemas graves de acceso a una vivienda digna. Entre los principales datos, destacan los 16.000 hogares con deficiencias graves en su construcción o los 11.000 en situación de vivienda insegura.

Lamentan la desafección política de los más excluidos

Fernández también se ha mostrado preocupado por la paulatina pérdida de calidad de la democracia y la creciente desafección política mostrada por las personas con bajos ingresos, como evidencian las tasas de abstención de hasta el 75% en algunas barrios populares. “Si las personas excluidas no votan, no entrarán en la agenda política; y si los partidos políticos no fomentan el voto entre este segmento de la población, se agravará aún más su situación de exclusión”, ha lamentado Fernández.

Por último, también ha advertido de que si esta situación de exclusión no se palia existe el riesgo de una mayor propagación de ideas totalitarias y xenófobas. “Las encuestas de opinión no recogen que la inmigración sea un problema para los aragoneses”, ha señalado Fernández, que ha llamado a establecer una “conversación cívica” hacia aquellos que sienten miedo hacia la inmigración y explicarles el significado de la hospitalidad y la tolerancia.