El fichaje de Kagawa ha eclipsado este viernes la actualidad del Real Zaragoza. Y no es para menos. Pero el conjunto aragonés ha cumplido con el emotivo y tradicional acto con el que se puede dar por iniciada la temporada: la tradicional ofrenda a la Virgen del Pilar en una basílica repleta.
Han sido muchos los que han querido acercarse a este acto, ataviados con sus camisetas zaragocistas, y aprovechar la ocasión para fotografiarse con los futbolistas del Real Zaragoza. También con Víctor Fernández, el más aclamado un día más, o Loreto, su segundo.
Ya en el interior, los dos capitanes, Alberto Zapater y Javi Ros, han sido los encargados de acercar y entregar la cesta de flores en ofrenda a la Virgen del Pilar, que lucía un precioso manto con los colores y escudo del Real Zaragoza.
Ha sido el presidente del Real Zaragoza, Christian Lapetra, el encargado de pedir los mejores deseos para esta nueva temporada en el conjunto aragonés, la séptima consecutiva en la categoría de plata. Y en la que, inevitablemente, todo el mundo tiene el reto del ascenso entre ceja y ceja.
El club vuelve al Ayuntamiento
Tras un año de parón, protagonizado por las discrepancias evidentes que existían entre Real Zaragoza y la corporación municipal encabezada por ZeC, el club ha vuelto a acudir a la recepción por parte del Ayuntamiento de Zaragoza. Concejales de los distintos grupos, no todos, han acompañado a la comitiva encabezada por el alcalde, Jorge Azcón.
El primer edil ha remarcado la importancia de “recuperar esta tradición que había existido desde hace décadas”, señalando que “el Real Zaragoza es un símbolo de la ciudad” y su “mejor embajador”. Sin querer meter más presión de la ya de por sí existente, Azcón ha recordado que “para la ciudad es fundamental tener un equipo jugando en la categoría que le corresponde”, por lo que apunta a “redoblar esfuerzos todos y estar más volcados que nunca en que haya unión para todo lo que tenga que salir bien”.
Por su parte, el presidente del Real Zaragoza, Christian Lapetra, ha afirmado que arrancan con “una ilusión enorme envuelta por la responsabilidad a la que obligan este escudo y estos colores”. En este aspecto, ha reconocido que “el objetivo no puede ser otro que luchar para devolver al equipo al lugar que le corresponde”, algo que sólo se logrará “todos unidos para sacar adelante esta ambición”.
