La Guardia Civil de Huesca ha conseguido resolver el suceso acontecido el pasado diciembre de 2018, cuando se localizaron los cadáveres de un matrimonio octogenario fallecidos en el municipio de Barbastro, hecho que provocó gran alarma social. La Policía comenzó entonces la llamada Operación “Senesbar” que, tras la toma de pruebas, revela que no hubo participación de terceras personas en lo acontecido, concluyendo que se trataría de un caso de violencia de género, habiéndose quitado la vida posteriormente una de las víctimas.
La operación Senesbar ha sido dirigida y coordinada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, con especial relevancia del Laboratorio de Criminalística y el Equipo de Delitos contra las Personas de la misma Comandancia. La investigación ha sido compleja y se ha prolongado durante ocho meses.
Desde el primer momento y con los indicios recabados se trabajó con diversas hipótesis. Para el proceso de investigación de todas y cada una de ellas, se ha contado con la colaboración de los mejores especialistas del Departamentos de Biología y Química y del Equipo Central de Inspecciones Oculares del Servicio de Criminalística Central de la Guardia Civil en Madrid, especializados en la recogida de indicios de escenas especialmente complejas, contando también con la asistencia del Servicio de Análisis de Conducta Delictiva.
El procesamiento de cientos de indicios y los análisis y valoraciones posteriores arrojan como resultado que, en principio, ninguna persona ajena al matrimonio habría estado implicada en los fallecimientos y que, de esta forma, se sumaría un nuevo caso de violencia de género, al quitarse posteriormente la vida la otra persona.
La totalidad de las diligencias practicadas durante el transcurso de estos meses de intensa investigación por parte de la Guardia Civil han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Barbastro, competente en este asunto desde el inicio de la investigación.
