Los aragoneses destinan más del 25% de su salario a pagar la hipoteca

El  número de compraventas registradas en Aragón se ha situado en las 13.397
photo_camera El número de compraventas registradas en Aragón se ha situado en las 13.397

Durante el segundo trimestre del año el mercado inmobiliario aragonés se ha desenvuelto a ritmo “sano y moderado”. Esto es, que tras una década arrastrando picos estadísticos de insostenibilidad, poco a poco se aproxima a índices adscritos a la “normalidad”. El portal MIAragón -en su último estudio- argumenta que las tendencias anualizadas e intertrimestales reflejan que los aragoneses han mejorado su capacidad para, por ejemplo, hacer frente al pago de la hipoteca. Según los datos, las cuotas mensuales actuales rondan los 460 euros, por lo que un aragonés destina algo más del 25% del salario a cumplir con el contrato hipotecario.

Para los portavoces del estudio estas cifras no son sino una demostración de la buena interconexión de sintonías que presentan todos los actores del mercado inmobiliario, ya que la mejora de la accesibilidad económica del aragonés está también remontando  (una de cada tres compraventas de vivienda se ha ejecutado este año con recursos propios, no a través de hipoteca). Además, coinciden en determinar que la demanda es “sostenida”, porque el mercado “ni crece ni decrece”. También, que los precios se mantienen “razonables”, al igual que lo hace la inercia de compraventa de vivienda (ya sea usada o nueva).

Precisamente, en los últimos doce meses, el número de compraventas registradas en Aragón se ha situado en las 13.397. En palabras del director del estudio, Luis Fabra, a cierre de agosto, esto representa una caída del 1,33% en variación trimestral, aunque en anualizado las compraventas han repuntado un 2,65%. Para el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón, Fernando Baena, el “optimismo” es palpable, ya que la Comunidad se ha fijado en una posición intermedia, entre lo considerado como “cifras de locura” tanto a la alta como a la baja: “En el ciclo 2000-2007, el mercado se disparó hasta las 20.000 viviendas” mientras que durante la crisis, entre 2008-2014, “descendieron a las 10.000”, explica. Ahora, dice, “estamos en un punto saludable”.

Los precios se contemplan como otra de las variables de estabilización del mercado. Teniendo de base los históricos, Baena expone que aunque los precios presenten incremento (en compra de vivienda), en Aragón el tope está en los 300.000 euros. En alquiler, ese techo se sitúa entre los 600 y los 800 euros. Subidas que, según argumenta, poco tienen que ver con las grandes capitales “como Madrid o Barcelona”. En ese sentido, Fabra argumenta que, en gran medida, una de la causa del engrosamiento del precio de las viviendas –sobre todo las de obra nueva- es la “innovación” que se deriva del empleo de mejores materiales y un acondicionamiento más estricto de cara a los cánones medioambientales.

“Alcismo” provincial, propietarios extranjeros y el declive del local comercial

El estudio muestra que el mercado inmobiliario de las tres provincias aragonesas atraviesa una época de bonanza, destacando especialmente el caso del municipio zaragozano, que supuso el 52% del total de compraventas en Aragón. Huesca y Teruel se mueven asimismo a ritmos excelentes y su tendencia es de un marcado carácter “alcista”, apunta Fabra, ya que las compraventas interanuales oscenses aumentaron un 17,23% y las turolenses un 7,55%.Por otro lado, la compra de vivienda por extranjeros ha aumentado en Aragón un 6,15% más que en 2018, por lo que la comunidad se sitúa en el séptimo puesto del ranking nacional. Son la rumana, la marroquí y la china las nacionalidades que encabezan las compraventas extranjeras, representando un 38,56%, un 11,80% y un 8,27% respectivamente. Sin embargo, el sector del local comercial es el único que no se ha recuperado desde 2014.

Para Fabra, la pérdida de la relevancia del “factor localización” podría estar afectando a la compraventa de locales, ya que cada vez es menor la presencia física del sector mercantil (lo online gana terreno). El lado “positivo” es que los precios están en caída libre. Una circunstancia que puede ser aprovechable para quien esté interesado en apostar por la mejor época de compra “en 20 años”.