La Confederación Hidrográfica del Ebro ha detectado un incumplimiento sobre sustancias en el agua por presencia de níquel y selenio en el río Huerva, a su paso por Fuente de la Junquera, en Zaragoza. Se trata de la misma situación que ya que informó en 2017. No obstante, en el primer caso, no se han superado los valores máximos admisibles, mientras que, en el caso del selenio, no hay valores establecidos.
Es la principal conclusión del informe anual de 2018 de la red de control de sustancias peligrosas de la cuenca del Ebro. En él se aclara que no se ha detectado ningún inclumpimiento en las medias anuales en cuanto a sustancias peligrosas, aunque sí se han sobrepasado los límites en tres momentos puntuales por Hexaclorociclohexano. De esas tres, una tuvo lugar en el río Zadorra, en Vitoria, y dos se detectaron en el río Gállego en Hostal de Ipiés.
En términos generales, las conclusiones muestran una situación estable respecto a los últimos dos ejercicios. En el caso de la matriz agua el número de determinaciones se mantiene prácticamente en número, con 5.624 y se han incrementado las sustancias analizadas, con 63 frente a las 55 del año anterior. La red está compuesta por 24 puntos seleccionados por sus especiales presiones industriales.
La red incluye controles de sedimentos, donde no hay establecidas normas de calidad ambiental, por lo que no hay límites máximos de concentración y sólo se destacan presencias de sustancias y de biota (peces). En el caso de los peces, se ha detectado mercurio en 23 de los 24 puntos de control, con concentraciones especialmente elevadas en el Cinca, aguas abajo de Monzón (principalmente en barbos, pero también en bagres y madrillas).
