El Huesca volvió a ganar después de dos derrotas consecutivas y se afianza en los puestos de playoff. El conjunto de Míchel se impuso por la mínima al Extremadura a domicilio en un partido disputado e intenso, en el que las fuerzas estuvieron muy parejas y en donde el conjunto local quizás mereció más. Juan Carlos anotó el gol de los oscenses en el minuto 22 y Álvaro Fernández salvó al equipo con varias paradas de mérito.
Se trataba de un encuentro engañoso, sobre todo por el rival. El Extremadura todavía no ha conseguido ganar ningún partido esta temporada y se sitúa penúltimo en la clasificación, pero su juego le hace merecedor de una recompensa mayor que la que figura en la tabla. Y el partido de ayer fue un reflejo perfecto de esto. Los de Almendralejo fueron superiores a su rival en posesión y remates, pero la falta de acierto volvió a condenarles.
Los primeros minutos fueron un intercambio de ocasiones. Ambos conjuntos se asomaban a la meta rival, con Nono y Kike Márquez como principal amenaza local y Sergio Gómez haciendo lo propio por parte de los oscenses. Así, en el ecuador de la primera parte, un pase filtrado de Sergio Gómez al interior del área encontró a Juan Carlos que, tras un control orientado, batió a Casto con un potente disparo de diestra.
Álvaro Fernández salvó a los oscenses
A partir de ahí, el encuentro tuvo un claro protagonista: Álvaro Fernández. Tras el gol encajado, el Extremadura se volcó hacia la portería azulgrana, pero el guardameta repelió todas las ocasiones. Su repertorio de paradas las tuvo de todos los colores: por arriba, por abajo, a media altura, a bocajarro… Toda una actuación estelar que permitió que los tres puntos viajasen a Huesca, para desesperación de Márquez, Zarfino y compañía.
Sin embargo, el Huesca también gozó de oportunidades para ampliar su ventaja, sobre todo en las botas de Escriche. El delantero tuvo un mano a mano ante Casto que, con todo a favor, mandó por encima del larguero, y un remate desde el lado derecho que repelió el meta. Además, el punta se retiró lesionado en los instantes finales del partido y su equipo tuvo que defender el botín con diez jugadores. Zarfino tuvo la última, casi con el tiempo cumplido, pero Fernández la detuvo de nuevo.
En definitiva, un partido denso y disputado en el que los dos equipos pudieron llevarse una recompensa. Cayó del lado oscense, que se coloca quinto en la clasificación y conjura las malas sensaciones que imperaban en el equipo tras dos derrotas consecutivas ante Numancia y Albacete. Los de Míchel recibirán el próximo sábado la visita de uno de los pesos pesados de la categoría: el Girona.
