La Federación Estatal contra el Ruido pide que “no se haga negocio” con la salud de los vecinos

Dicen sentirse “abandonados” ante un problema de salud pública como es el ruido
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Los afectados por el ruido nocturno en Zaragoza han dado un paso más con la fundación de la Federación Estatal de Asociaciones contra el Ruido. Este organismo, surgido en julio de 2019, congrega a 45 asociaciones vecinales de ciudades de toda España que buscan hacerse oír ante las instituciones para que “se deje de hacer negocio” con la salud de los residentes y se respete de una vez su descanso.

El portavoz de Stop Ruido Casco Histórico, Miguel Morte, socio fundador, ha explicado que es hora de abordar un problema con 40 años de trayectoria “que sigue creciendo en intensidad y en extensión”. Consideran que la Administración es poco transparente en la normativa, “tan deficiente que deja vía libre a quienes la incumplen”.

Dicen sentirse “abandonados” ante un problema de salud pública como es el ruido, que muchas noches supera en Zaragoza el umbral permitido de los 55 decibelios y alcanza ampliamente los 70. Stop Ruidos tiene cinco sonómetros colocados en las calles del centro de la ciudad que realizan 500.000 mediciones al mes y aseguran que la situación no hace sino agravarse, “atentando gravemente contra los Derechos Fundamentales de los vecinos”.

Desde el jueves por la noche y hasta el domingo, hay vecinos que no pegan ojo. “Queremos que se cumpla la ley para todos y podamos vivir tranquilos en nuestras casas, porque hay vecinos que vienen desesperados por no poder dormir tres o cuatro o cinco días seguidos”, comenta el portavoz de la asociación Lanuza-Casco Viejo, Javier Rodríguez. Esto deriva, además, en un problema de gentrificación urbana, desplazando a la población a la periferia con el consiguiente abandono de inmuebles que son adquiridos para nuevos locales.

Para el responsable de la Fundación Escuela y Despensa, Pedro Martínez, parte de la solución pasa por que “los jóvenes encuentren nuevos espacios de ocio que no impliquen acumulación masiva en las calles, con consumo masivo de bebidas y otras sustancias”.

En estas razones basan el nacimiento de la Federación, con el objetivo de defender el interés general, solventar problemas comunes y unir fuerzas para modificar la ley, llamar la atención sobre aquellas que no se respetan o impulsar las que todavía no estén dictadas. Existe, además, un modelo de “zona acústica protegida” que, según explica el tesorero de la Federación y miembro de la AVV Cavas La Latina de Madrid, Saturnino Vera, permite optimizar el descanso de los vecinos “reduciendo el horario de los locales o restringiendo la apertura de nuevos negocios, igual que hay limitaciones al tráfico en los lugares saturados por el ruido de los coches”.

Las asociaciones vecinales de Zaragoza afectadas piden que el casco histórico sea declarado “zona saturada especial” y han comenzado una campaña de sensibilización junto al Ayuntamiento colocando banderas en los balcones y difundiendo carteles por los escaparates de los comercios del casco, muchos de ellos también perjudicados por vandalismo, orines y disminución de ventas hasta tener que cerrar porque los vecinos se marchan a otra zona.