El bache en el que se ha sumido el Real Zaragoza se puede achacar a muchas cuestiones. No hay un único diagnóstico, sino que varios factores se alinean para dar lugar a los malos resultados. Uno de ellos es la sequía goleadora de Luis Suárez. El colombiano, que empezó como un tiro sumando siete goles en nueve partidos, ya lleva cinco sin anotar. Sin duda, influye el trabajo –poco valorado- que ejercía Raphael Dwamena.
La pareja de arietes se compenetraba a la perfección. Dwamena se llevaba a la defensa para generar unos espacios que aprovechaba Luis Suárez. Era la fuente principal de peligro del Real Zaragoza. Rapha era uno de los grandes culpables de que el vinotinto hubiese firmado un espectacular comienzo de liga y una parte importante de su juego.
Una prueba de ello es todo lo que vino a continuación. El último partido de Dwamena fue contra el Cádiz, del que fue sustituido a falta de 25 minutos, descuento incluido. Allí, el Real Zaragoza generó mucho peligro, incluso no le pitaron un evidente penalti que desde el VAR decidieron no considerar. Aun así, los blanquillos no lograron anotar.
Se fue el ghanés, momentáneamente apartado de la vida deportiva por una importante afección física y parece que, con él, también partió el olfato goleador de Luis Suárez. El colombiano acumula cinco partidos sin marcar, y los aragoneses suman únicamente tres goles a favor. En cambio, ha recibido diez en contra. Es necesario corregir también esta dinámica atrás, porque los goles de Luis Suárez de poco hubiesen servido ante esta circunstancia.
El reto del Real Zaragoza es recuperarse cuanto antes. El cambio debe empezar en La Romareda, este domingo a las 18.30 horas, un escenario ideal para demostrar que todo ha sido un bache. En función de los resultados, un triunfo permitiría a los blanquillos volver a copar las posiciones de privilegio de la clasificación.
Los goles de Luis Suárez serán fundamentales para rehacerse. La confianza es máxima en el ariete colombiano, que ya ha igualado su cifra goleadora de la pasada campaña. No hay duda de lo que puede dar. Solo le hace falta rehacerse de la baja de su compañero de ataque y volver ser el “killer” que demostró ser al comienzo de la temporada.