El Casademont suma una nueva victoria tras un frenético final ante el Brindisi (96-93)

Los zaragozanos necesitaron dos prórrogas para vencer al Brindisi
photo_camera Los zaragozanos necesitaron dos prórrogas para vencer al Brindisi

Cuarta victoria europea del Basket Zaragoza para colocarse en las cotas altas de la clasificación. Era necesaria para meterse en los cuatro primeros antes del final de la primera vuelta, aunque se sufrió. Sufrieron todos y supieron hacerlo. Fueron necesarias dos prórrogas para acabar con un Brindisi que en ningún momento lo puso fácil en la capital aragonesa. Ennis salvó el partido.

Saltaba el Casademont Zaragoza a la pista con la convicción de ganar a un rival directo. La resaca del triunfo ante el Real Madrid permanecía en el Príncipe Felipe, con una buena entrada para ser un miércoles a las 20.30. Fisac sabía que el encuentro era fundamental, por lo que alineó desde el comienzo a Justiz, Ennis, Alocén, Brussino y Barreiro. No había que dejar pasar la oportunidad de vencer en casa a un rival directo.

A pesar de un primer momento dubitativo, en el que el conjunto rojillo parecía dormido, se despertaron para doblegar a los italianos. En el Brindisi, John Brown llevaba el peso del ataque visitante, pero de poco servía. Brussino enganchaba tres triples seguidos para poner siete arriba al Casademont con menos de cinco minutos de juego. En el primer tiempo muerto el marcador indicaba un contundente 19-8. Ahora bien, la diferencia se reduciría a ocho al final del primer cuarto.

La tónica siguió siendo la misma. Los números en el electrónico bailaban sin que el conjunto zaragozano dejase a los italianos recortar en demasía la diferencia que habían logrado. El Brindisi comenzó a encontrarse más cómodo, a diferencia de los locales. Se hacía notar su pequeño coro de aficionados que ponían color a la grada del Felipe. Sin embargo, empezó a ser protagonista el que nunca debe serlo, el árbitro. Nadie pudo entender el criterio con el que señalaba todo tipo de faltas y el encuentro se igualó a 37. Un triple de Javi García y un tiro libre de Brussino elevaban el marcador a 41-37.

Se llegaba al descanso con una diferencia mucho más breve que al final del primer cuarto. La pitada sobre el colegiado fue considerable para expresar el malestar y el descontento que había generado. Aun así, el Casademont lograba mantenerse por delante. Quedaba un mundo de partido y podía pasar de todo. La clave estaría en mantenerse contundentes en defensa y hacerlo complementario al ataque.

Partido muy igualado el que se vivía en el Príncipe Felipe. No había tregua en el pabellón, donde ambos equipos lo daban todo y protagonizaban un gran espectáculo. Hasta que no se consumieron siete minutos del tercer cuarto no se empezaron a despegar los locales de nuevo. 55-48 y tiempo muerto. Supo manejarlo el Basket Zaragoza y aumentarla un punto más. El encuentro parecía encarrilado, pero nadie se podía fiar.

El Casademont buscaba la victoria ante el Brindisi con más corazón que efectividad, pero daba igual la forma en que se obtuviese el triunfo. Quedaban cuatro minutos de juego, y la ventaja para los locales era de seis arriba. Los nervios de la marea roja estaban a flor de piel por momentos, y más al final del encuentro. Había motivos para ello.

A falta de escasos segundos, los visitantes tenían la oportunidad de igualar el encuentro gracias a dos tiros libres. Por fortuna, fallaron el segundo y dieron la oportunidad a los zaragozanos de lograr una falta y dos más. Alocén erraba uno de ellos, y a falta de seis segundos el resultado era de 71-69. Posesión para Brindisi, canasta, 71-71 y prórroga.

Los cinco minutos adicionales iban a bandazos. Cuando no lograba adelantarse el Brindisi lo hacía el Casademont. Todos sabían que, el que ganase, lo haría de forma heroica para los suyos. Pero parecía que esta vez el triunfo volaría a Italia. 79-81 y únicamente once segundos para el final. Ennis se encargaría de desafiar los peores presagios y pondría la igualada por segunda vez consecutiva en el marcador, lo que suponía una nueva prórroga.

El propio Ennis volvió a hacer de las suyas. Dos triples seguidos del escolta elevaban la ventaja siete. Se empezaba a vislumbrar luz al final del túnel y de un encuentro que desgastaba en demasía a los jugadores locales. Seguía anotando y anotando, aunque el Brindisi recortaba distancias. Eso sí, no lo suficiente. El magnífico Ennis pondría el último libre, que fue imprescindible para llevarse, ahora sí, la victoria europea. 96-93 y fin de la agonía.

Fue meritorio el triunfo que se obtuvo ante el Brindisi. Se encontraban empatados a victorias y derrotas con los zaragozanos, 3-3, y suponía dar un salto de mérito en la clasificación europea. El final de la primera vuelta colocaba al Casademont entre los cuatro primeros, objetivo fundamental del club. Los maños cumplen con nota la primera mitad de la fase de grupos europea y se acercan un poco más a una nueva ronda.