A falta de unas horas para afrontar el decimosexto partido de la temporada, el entrenador del Casademont Zaragoza, Porfi Fisac, ha mostrado su ambición en esta inolvidable temporada. Los aragoneses se encuentran colíderes de la clasificación, empatando a puntos con el Real Madrid y Barcelona, pero Fisac no se conforma con ello. “No estamos trabajando para ganar un partido, sino para escribir nuestros nombres con letras de oro en este club”, ha aseverado el coach.
Ante esta circunstancia, para Porfi, el trabajo en la primera vuelta “todavía no está hecho”, y asegura que, si alguien creyese eso, “se equivocaría muchísimo”. Ahora han logrado “la ilusión de estar en Copa”, pero él pretende ir mucho más allá. “Yo quiero hacer historia en este club y quiero que mis jugadores sientan ese grado de historia, que es poner unos parámetros que nadie o muy poca gente en el futuro pueda conseguir”, ha manifestado. A su paso pretende dejar “muchos años de tradición, de filosofía y de criterio”, algo que considera fundamental tener en cuenta.
No es fácil para Fisac hacer entender a la plantilla que los profesionales “cambian de opinión de sí mismos cada domingo”, después de haber terminado la jornada. Por ello, quiere que sean conscientes de que no se pueden creer nada sin haber ganado nada, porque “solamente un equipo ganador puede otorgarse un privilegio”. Actualmente, el privilegio del Casademont se encuentra “en el trabajo diario”.
Como a lo largo de toda la temporada, el coach vuelve a huir de cualquier tipo de etiqueta de favorito. Él mismo ha recordado que lo que les hace ponerse colíderes “no es el presupuesto ni el currículum de los jugadores o del entrenador”, por lo que no puede cambiar la idea que les ha hecho llegar hasta allí. “Da igual lo que opinen los demás de ti, lo que importa es lo que opines tú de ti mismo, y ese es el punto de inflexión. Si nos equivocamos en lo que pensamos de nosotros mismos, vendrán las derrotas”, ha zanjado sobre este asunto.
Todas estas circunstancias llevan a Porfi a ser exigente con el grupo. Para él, todavía queda “mucho margen de mejora”, y será un paso muy importante que todos “salgan felices de un partido”. Según ha explicado, todos los jugadores tienen “una parte egoísta” que, sin ella, “no podría existir un jugador importante”. Ahora asume el reto de satisfacer “esa parte egoísta” de todos los jugadores, algo que no ha logrado y que se consigue haciendo que cada uno haga un gran partido.
La dificultad del Andorra
A lo largo de la temporada, el Andorra, ha sufrido constantemente el castigo de las lesiones, pero todavía cuenta con opciones de clasificarse para la Copa. Han sabido recuperarse de las adversidades gracias a la vuelta de jugadores y de fichajes que fortalecen al grupo. “Hacen un baloncesto dinámico y alegre, con las ideas muy claras”, ha manifestado el entrenador zaragozano. La dificultad de jugar fuera es un añadido, y la falta de entrenamientos de Justiz, que va “a cuentagotas” puede suponer un añadido. Por su parte, Seibutis, la baja ya confirmada, progresa poco a poco, aunque todavía no se le espera.
El Andorra se encuentra aún “en el último peldaño” de aquellos que cuentan con opciones de jugar Copa, y no dudarán en aferrarse a cualquier clavo ardiendo para hacerlo. Hay doce equipos que todavía luchan por ese objetivo, algo que da una emoción particular a la Liga Endesa y que hace que a Fisac le guste “más que la NBA”. Además, considera que los andorranos se lo merecen “por saber superar dificultades, por el baloncesto que hacen y por su claridad de ideas”. Será fundamental “tener la misma ilusión” para mantener el coliderato.
La vuelta de la competición conlleva también el retorno de la Basketball Champions League, donde los zaragozanos están realizando una actuación más discreta. Debido a la igualdad imperante en el grupo, deben ganar partidos fuera para tener ventaja en el average particular y contar con más opciones de pasar. El próximo miércoles será el Falco el que mida esa reacción europea que suponga el primer paso para encarar una nueva fase de la competición.
