El Real Zaragoza tumba al Sporting y asciende a la tercera posición de la tabla (2-0)

Luis Suárez y Raúl Guti anotaron los goles zaragocistas. Foto: Real Zaragoza
photo_camera Luis Suárez y Raúl Guti anotaron los goles zaragocistas. Foto: Real Zaragoza

El Real Zaragoza logró una victoria de mérito ante el Sporting de Gijón que le catapulta a los puestos más altos de la tabla. Los blanquillos desplegaron un juego vistoso que hizo vibrar a todo el estadio, y superaron a los asturianos de forma convincente. El nuevo planteamiento de Djukic no fue suficiente para ganarle la batalla a Víctor, que empieza a ver cómo su equipo esgrime argumentos muy ilusionantes.

Saltaban los locales con las novedades de Cristian Álvarez, Atienza y Vigaray en el once inicial. Igbekeme también salía de inicio en La Romareda. Sabían los blanquillos que, de sumar los tres primeros puntos del año, se colocaban en la tercera posición de la tabla clasificatoria. Una victoria les convertiría en el primer equipo en optar al ascenso directo si fallaban Cádiz o Almería.

Se notaba esta necesidad desde el primer momento, y así se reflejaba en el electrónico gracias a Guti, que abría la lata del marcador en el primer minuto de juego. Un centro perfectamente medido de Alberto Soro que aprovechaba el canterano ante el despiste de la defensa sportinguista ponía el 1-0. Quedaba mucho partido, pero no se podía empezar de mejor manera.

Dominaba en el primer cuarto de hora inicial el Real Zaragoza al equipo visitante. Era amo y señor del encuentro, cómo así reflejaba el marcador. Pasado el ecuador del primer tiempo, otro remate de cabeza, esta vez del asistente Soro, podía ampliar esta renta y poner algo de tranquilidad en la hinchada zaragocista. Sin embargo, y de forma inexplicable, el balón se iba a la izquierda el postre defendido por Mariño.

Seguían los blanquillos haciendo méritos para aumentar la diferencia de goles. La más clara de todas estaría en las botas de Luis Suárez. Después de regatear perfectamente al cancerbero asturiano lanzaba el balón fuera en la oportunidad más evidente de toda la primera mitad. Era el minuto 43 del juego. Nada más sucedió hasta que el colegiado decretó la entrada al túnel de vestuarios. Los locales habían expuesto argumentos más que de sobra para irse al descanso con una renta de dos o tres goles. La Romareda, entregada desde el primer momento, esperaba no tener que acordarse de esas oportunidades al final del choque.

Segunda parte

Comenzó como un ciclón el Real Zaragoza en la segunda parte. Tuvo varias para, de nuevo, poner el 2-0 en el electrónico local. Sin embargo, Mariño, el mejor de los asturianos, lo evitaba con solidez. Los blanquillos seguían a lo suyo, sin desesperar por mucho que no quisiese entrar el cuero. Por eso, en el minuto 59, Luis Suárez, que tanto lo había intentado, consiguió enviar la pelota al fondo de las mallas. Vigaray, que volvía tras lesión, era el que daba la asistencia del tanto aragonés.

Con el partido encarrilado se trataba de cerrar bien atrás para evitar sustos y hacerse con los ansiados tres puntos. Fue fundamental en todo momento el aliento de La Romareda, que daba calor a los zaragocistas en una noche gélida. Jugando de esta forma no había que temer para atar el triunfo, pero tampoco podían confiarse porque el Sporting tenía peligro.

Así lo demostró en varias ocasiones. Los asturianos se llegaron a topar con el palo y, por supuesto, con el gran cerrojo zaragocista que tiene nombres y apellidos: Cristian Álvarez. El argentino se vistió de gala el día de su regreso a La Romareda. No era el único nombre propio qué destacaba en la noche del martes. Igbekeme mostraba un nivel superior al que había acostumbrado a los blanquillos a lo largo de la primera vuelta. La defensa zaragocista estuvo soberbia, con Vigaray y Atienza como novedad. El resto del engranaje funcionó tan bien como siempre.

El Real Zaragoza cumplió de forma sobresaliente y, como merecido premio, sube hasta la tercera posición. Ilusiona mucho este equipo a todo el zaragocismo, que terminó entontando el clásico “volveremos a Primera”. La temporada es muy larga, y quedan muchas batallas para ganar la guerra, pero la afición blanquilla tiene motivos para pensar que este puede ser el año.

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