Nunca había comenzado mejor el año para el Real Zaragoza en esta etapa en Segunda División como lo ha hecho en 2020. En estos siete años, solo una vez se habían visto tantos partidos consecutivos sin perder, y fue en 2014. Las victorias ante el Sporting, Las Palmas y Numancia y el empate frente al Cádiz, líder de la competición, hacen que el Real Zaragoza se aúpe hasta la tercera posición. Estos datos se complementan con los de la Copa, en la que eliminaron al Nástic y al Mallorca, y cayeron frente al Real Madrid con dignidad.
La temporada pasada, en los cuatro primeros partidos del año, los maños obtuvieron siete puntos. Superaron al Real Oviedo y al Real Sporting, empataron frente al Rayo Majadahonda y cayeron ante el Málaga en La Romareda. Quedan muy lejos de los diez que se han obtenido ahora. En 2018, con Natxo González, el balance fue exactamente el mismo. Las victorias fueron ante el Tenerife y el Córdoba, hubo tablas ante el Barcelona B y una derrota ante el Granada.
Raúl Agné dirigía al conjunto de la capital aragonesa cuando se vivió el comienzo más estrepitoso. Esta vez, tres descalabros consecutivos, frente al Girona, el Tenerife y el UCAM Murcia, dejaban como único punto en cuatro partidos el empate en casa frente al Lugo. Tampoco fue muy positivo el anterior, en 2016, con Luis Carreras al frente de la nave. Solo pudo lograr una victoria en los cuatro primeros partidos, frente al Llagostera. El empate ante el Huesca y las derrotas frente al Oviedo y el Mirandés dejaban únicamente cuatro puntos en el casillero zaragocista.
En 2015, Ranko Popovic obtuvo un inicio de lo más equilibrado. Los dos primeros enfrentamientos fueron muy negativos, y se vieron superados por el Valladolid y Las Palmas. Sin embargo, consiguieron enmendarlo bien, con dos triunfos frente al Leganés y al Recreativo de Huelva. Esa temporada, el Real Zaragoza se quedó a siete minutos del ascenso en Las Palmas en la campaña que más cerca estuvo de lograr el objetivo.
Aquí se llega ya al único año en el que los blanquillos igualaron los diez puntos de doce posibles, con Paco Herrera como entrenador. En 2014, conquistaron Gijón y Miranda, superaron al Alcorcón en La Romareda y no pasaron del empate ante el Hércules, también en el municipal. En ese momento, el equipo estaba disparado hacia el ascenso, pero García Pitarch dinamitó el vestuario y terminaron peleando por no descender.
Con la buena dinámica en la que se encuentran inmersos ahora los blanquillos, está claro que pueden llegar a cualquier objetivo que se propongan. Actualmente se encuentran en tercera posición con 43 puntos y un partido menos, y solo a tres del ascenso directo. Los cuatro partidos que restan por disputarse en febrero, en el que se incluye el del Mirandés aplazado, serán claves para continuar con el sueño del ascenso.
