La alfalfa aragonesa se erige como líder mundial ante mil profesionales en sus primeras jornadas nacionales

La producción aragonesa ha llegado a las 750.000 toneladas, una cifra ligeramente superior a la mitad del conjunto nacional, de 1,4 millones
photo_camera La producción aragonesa ha llegado a las 750.000 toneladas, una cifra ligeramente superior a la mitad del conjunto nacional, de 1,4 millones

La alfalfa aragonesa continúa su posicionamiento como referente mundial. Así se ha puesto de manifiesto durante la I Jornada Española del Cultivo de la Alfalfa, que ha reunido a un millar de expertos, agricultores y productores del sector en torno a este producto. Un evento pionero que confía en asentarse con el paso de los años para fijar sus próximos pasos.

No en vano, Aragón se ha afianzado durante la última campaña como referente nacional y mundial del cultivo de alfalfa deshidratada, con una producción que ha llegado a las 750.000 toneladas. Se trata de una cifra ligeramente superior a la mitad del conjunto nacional, 1,4 millones, y muy por encima de Cataluña, con 250.000 toneladas. En global, el valle del Ebro produce el 80% de la alfalfa del país más productor del mundo.

Así, estas jornadas quieren reivindicar a este producto como “un cultivo de presente y futuro”, como ha reconocido el director de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA), Luis Machín. Pero para asegurarse ese futuro, el sector requiere de nuevos pasos. “La industria tiene que optimizar más recursos, exportar y ser capaz de diversificar mercados. También en el cultivo tenemos que encontrar unos rendimientos mayores para la alfalfa, dar más kilos por hectárea”, ha señalado.

Actualmente, el principal mercado es Emiratos Árabes, seguido de China, Francia o Jordania, aunque no termina de arrancar en España. “El consumo nacional está un poco bajo. Está ligado al consumo lácteo y las cabezas de vacuno. Ahora mismo, la tendencia en España es negativa, tanto en precio de la leche como en vacuno. Se consume menos alfalfa deshidratada”, ha expuesto Machín.

Entre el millar de asistentes se han podido encontrar productores, comerciales, agricultores y hasta corredurías de seguros. Es el caso de Kalibo, presente en el sector de la alfalfa desde hace 15 años para cubrir riesgos de las explotaciones. Su director técnico, Óscar Sanz, ha destacado la complejidad del mercado, pero no duda en que la experiencia les da un respaldo. “Va a ser difícil crecer, pero nuestra ambición es que los productos sean más sencillos y convencer a las aseguradoras de que el sector está mejorando en eficiencia”, ha resaltado.