La Universidad de Zaragoza ha reconocido este viernes al cantautor Joan Manuel Serrat, nombrándolo doctorado honoris causa de la institución. Se trata de un reconocimiento honorífico que estas y otras instituciones, como asociaciones profesionales, academias o colegios, conceden a personas relevantes por su trayectoria profesional. Serrat ha recibido este reconocimiento por parte de otra decena de universidades, como la Pompeu Fabra de Barcelona o la Complutense de Madrid.
Sin embargo, este galardón tiene un valor especial para el cantautor. Y es que, a pesar de nacer en el Mediterráneo, su madre, Ángeles, nació en Belchite. “Mi madre era muy buena amiga, aunque ella no lo sabía. Siempre decía que ser madre y amiga a la vez era muy difícil, pero ella lo fue”, ha expresado, haciendo referencia también a las amistades que siempre le han unido a la región: “amigos he tenido desde mi niñez hasta hoy, mi vida afortunadamente pasa constantemente por Aragón. Recibo mi herencia cultural aragonesa como algo imprescindible para entenderme a mí mismo”, ha reconocido, concluyendo que el reconocimiento “es especial para mí, para mi familia y para todos los que sentimos esta tierra como nuestra”.
La Universidad de Zaragoza, a iniciativa de la facultad de Filosofía y Letras, ha decidido investir a Serrat como doctor honoris causa debido a su importancia como “portador de valores universales” y por ser “embajador privilegiado de la cultura hispánica”, algo que, según la institución, es “motivo de admiración” y hace que, parafraseando la canción, hoy sea “un gran día”.
En su discurso de aceptación, Serrat ha expresado que, con este galardón, la Universidad “está reconociendo a un colectivo de mujeres y hombres que han construido su vida a partir del oficio de cantar y de escribir canciones”, como él, que se ha definido como “un hombre privilegiado que trabaja en lo que le gusta y al que, además, le pagan por hacerlo”. “Me siento una persona querida y respetada que canta por el gusto de cantar. Cantar me da placer y, más que un mérito, para mí constituye un privilegio. Además, siempre te dan mesa en los restaurantes”, ha bromeado.
Asimismo, ha aprovechado su discurso para señalar que “más que una crisis económica, estamos atravesando una crisis de modelo de vida”, por lo que “es necesario recuperar los valores democráticos y morales que han sido sustituidos por la vileza y la avidez del mercado, donde todo tiene un precio”. Frente a esto, ha dicho, el camino pasa “necesariamente” por el conocimiento, que “profundiza la vida democrática, le aporta justicia e igualdad y le ayuda a construir un tejido social cohesionado”.
En este sentido, el cantautor ha expresado que la Universidad debe ser “un centro que se dedique a formar gente con los ojos abiertos y mirando para todos los lados”, trasmitiendo a la sociedad un conocimiento que, ha destacado, “nos ayuda a reconocernos, a entender mejor el entorno del que formamos parte y a superar obstáculos”. “El conocimiento es bueno para vivir en paz, para aprender a ser libres y para crecer sin miedos. La educación, la escuela y la universidad son instrumentos fundamentales para conseguirlo”, ha completado.
Por último, Serrat se ha mostrado “orgulloso” de que “una casa de estudios como esta me haya premiado con un doctorado gracias al cual puedo dirigirme a ustedes, mujeres y hombres que sin duda trabajan en este sentido”. “Les doy las gracias por su esfuerzo, un esfuerzo que colabora a que los sueños cada día se acerquen un poco más a la realidad”, ha concluido.
