El Comité de Empresa y la Dirección de Ibercaja han decidido suspender la negociación abierta del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ante la crisis causada por la expansión del coronavirus. De esta forma, el calendario queda paralizado hasta el 31 de marzo, fecha que inicialmente era el límite para llegar a un acuerdo, con posibilidad de alargarlo 15 días más.
Desde la representación de los trabajadores, el secretario general de la sección sindical de Ibercaja de CCOO, Miguel Ángel Villalba, ha celebrado esta decisión, causada por una “situación excepcional” que obliga a “trabajar sobre la marcha, ya no partido a partido, sino minuto a minuto”. “Estamos todos en esta situación y hemos decidido aplazar 15 días la siguiente reunión. Si la situación no revirtiera o requiriera mantener precauciones, lo alargaríamos otros 14 días”, ha explicado.
Unas negociaciones que estaba siendo menos conflictivas que en anteriores ocasiones, aunque ambas partes todavía no se habían puesto de acuerdo. “La empresa había mejorado la propuesta inicial, pero aun así considerábamos que era insuficiente y que no entraba en la filosofía de lo que queríamos”, ha señalado Villalba.
Precisamente, el sector bancario es uno de los que continúa abierto como servicio de primera necesidad, aunque sí perciben que la clientela ha descendido en los últimos dos días. “El lunes había cierta histeria, con muchas personas a retirar efectivo con miedo a corralito. Ayer y hoy sí ha habido descenso de clientes, pero sin ser generalizado. El trabajo ha descendido”, ha mantenido, mostrándose preocupado por la llegada del final de mes y el cobro de las pensiones de los jubilados.
Para atender esta clientela, desde el Comité echan en falta más medidas de seguridad e higiene por parte de la empresa. “Hay personas afectadas directamente por la enfermedad y otras que han compartido centro de trabajo y están en cuarentena. Poco a poco van aplicando medidas, pero no con la rapidez que requerimos”, ha destacado.