Feliz cumpleaños, Real Zaragoza

El Real Zaragoza como hoy se conoce se fundó en 1932
photo_camera El Real Zaragoza como hoy se conoce se fundó en 1932

No es el mejor momento para celebrar en España, pero el Real Zaragoza está de enhorabuena. El 18 de marzo de 1932, hace exactamente 88 años, los dos clubes más importantes de la ciudad, el Zaragoza y el Iberia, decidieron unirse para formar la entidad actual. Este último, el que vestía el conjunto “avispa”, era el dominador del fútbol en la capital aragonesa. Por su parte, “los tomates”, con su camiseta enteramente roja a excepción de los puños y el cuello amarillo, eran los más humildes.

La rivalidad entre ambos era digna del mejor de los derbis del fútbol español. El ambiente de un Sevilla – Betis, Real Madrid – Atlético de Madrid o Valencia – Levante se podía vivir también en Zaragoza. Este era un hecho que hacía las delicias del aficionado amante del fútbol, que plagaba la ciudad de ilusión en cada enfrentamiento y se convertía en una auténtica batalla. Sin embargo, las grandes autoridades zaragozanas, comenzaron a cuestionar la existencia de dos equipos.

Los problemas económicos del equipo “tomate” favorecieron la fusión. En 1931 tuvo que ser dado de baja por la Federación, y se aprovechó la coyuntura para formar el Real Zaragoza de hoy, entonces llamado Zaragoza Fútbol Club. Cinco representantes de cada equipo firmaron esa fusión para dar pie el nuevo club que haría brillar el nombre de Zaragoza por todos los campos de España y de Europa.

Surgieron diversas adversidades para que ese conjunto pudiese debutar en la máxima categoría del fútbol. La Guerra Civil impidió ejecutar el primer ascenso del equipo hasta tres años después, y a pesar de que completó unas buenas primeras campañas, terminó descendiendo. De hecho, entre 1940 y 1950 alternó tres ascensos con sus tres descensos, y sería en la década de los 60 cuando empezaría a labrarse la etiqueta de grande de Europa. A todo esto, el equipo había dejado Torrero para convertir La Romareda en su nueva casa.

Marcelino, Santos, Canario, Villa y Lapetra. Cualquier aficionado zaragocista es consciente de que los Cinco Magníficos marcaron un antes y un después en la historia blanquilla. Un título europeo y una final más en la Copa de Ferias, dos Copas del Generalísimo y otros dos subcampeonatos es el saldo final de ese equipo histórico. Hay que recordar que en la 1963/64, los blanquillos obtuvieron doblete.

Una nueva gran generación llegaría a la ciudad del Ebro coincidiendo con la reforma del estadio municipal de La Romareda, los Zaraguayos. Zaragoza y Paraguay congeniaron de maravilla sobre el césped, liderados por Ocampos, Arrúa y Soto. Posteriormente, los sudamericanos Blanco, Diarte y Ovejero también cruzaron el charco. Un tercer y un segundo puesto en Liga y un subcampeonato de Copa es el saldo definitivo de un puñado de jugadores que merecieron más.

El resto de historia no hace falta ni rememorarlo. La Copa del Rey ante el Barça de 1986 con un gol de Rubén Sosa, el robo de Urío en el 93, la de 1994 que llevó a tocar el cielo de París un año más tarde, el primer título copero ante el Celta de Víctor Fernández en 2001, el gol de Galleti en 2004 o el 6-1 al Real Madrid. El Real Zaragoza maravilló a toda Europa hasta que llegó la gestión de Agapito Iglesias.

La época negra y la esperanza de resurgir

Si hasta la llegada de Agapito en 2008 el Real Zaragoza había destacado por su nobleza y su valor, como bien sostiene su himno, siete años harían falta para dejarlo todo en quiebra. Descensos, temporadas agónicas, fichajes sin sentido… y casi 80 años de historia al borde de la desaparición. Finalmente, la llegada de la Fundación Zaragoza 2032 permitió que los blanquillos pudiesen seguir adelante. Eso sí, con economía de guerra y precarizada.

La hinchada zaragocista ha llorado de alegría y de tristeza a lo largo de estos años. Lo hizo en París y en La Romareda con el gol de Diamanka. Gestas ha habido más que descalabros, y ahora ni siquiera el Covid-19 ha ahogado la ilusión por ascender a Primera División. Por todo el amor y la pasión que levanta el Real Zaragoza, la afición se muestra orgullosa de alzar la voz y decir: “Feliz cumpleaños, Real Zaragoza”.