Alocén afirma que el deseo del Casademont es jugar, pero "la salud va por delante"

Alocén ha destacado la voluntad del equipo de jugar
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El capitán de Casademont Zaragoza, Carlos Alocén, repasa desde el preceptivo confinamiento en su domicilio para los seguidores rojillos. Sus vivencias y sensaciones las comparte con el sentir de los aficionados y los ciudadanos en general. Igualmente, desvela los deseos de la plantilla por volver a la actividad cuando la situación lo permita porque la salud es lo que importa.

Las semanas pasan y, como a la mayoría de la gente, su pensamiento pasa por “unas ganas tremendas de salir a la calle, ver a la familia, los amigos y volver a entrenar y jugar para sentir esa adrenalina. Al principio me costó, fue duro, me aburría, pero ahora estoy más positivo y con más ganas de que todo vuelva a la normalidad”, reconoce el zaragozano.

El base rojillo resalta la respuesta de la gente ante la pandemia y el lado más humano de la sociedad en que vive. “En los momentos difíciles hemos demostrado que somos un país solidario y Aragón se ha caracterizado por eso, por preocuparse por la gente que lo está pasando mal. Es lo que necesitábamos y es el camino”, explica el 12 de Casademont Zaragoza.

Por eso, él y su familia cumplen con el rito no escrito de las 20.00 horas en los lugares comunes que son ahora los balcones. “Me gusta salir a aplaudir con mi familia, es un gesto bonito” con el que desea “ponerse en la piel de quien está en la primera línea de batalla” y agradecerles así que se jueguen cada día el contagiarse para superar esta situación, expresa.

En cuanto al contacto virtual con el equipo, sigue constante vía móvil. “Hablamos por whatsapp y además de recibir el plan de trabajo, ponemos fotos, alguna broma no puede faltar. Estamos muy activos”, reseña, al tiempo que desvela que en el grupo se recuerda “lo que hacíamos y el tiempo que pasábamos juntos porque se echa de menos”, comenta.

Tantas horas al día dan para pensar en el regreso a la rutina de entrenar, de jugar, de vivir en definitiva su quehacer diario. “He pensado cómo será, claro que se te pasa por la cabeza. Quieres que llegue pronto pero es tiempo de esperar” y la principal incógnita es cómo será volver a un jugar partido: “echas de menos esos nervios y esa adrenalina. Me gustaría que fuese con 10.000 en el Felipe pero no sabemos si eso será posible”, reconoce.

Las ganas del regreso se apoderan de Carlos y del vestuario, suspirando por el final de la pandemia. “Hablo en nombre de la plantilla cuando digo que nuestro deseo es jugar para terminar esta bonita temporada. Creemos que podremos acabarla de forma especial pero primero tiene que pasar esto, la salud va por delante de nuestro deseo de jugar”, concluye Alocén.