El jugador del Real Zaragoza Íñigo Eguaras ha confirmado este jueves que su renovación con el club blanquillo es prácticamente un hecho. Si la semana pasada el director deportivo, Lalo Arantegui, daba por cerrado el acuerdo en los medios del club, ahora ha sido el propio jugador quien ha zanjado cualquier duda.
El navarro, pieza indispensable en el juego y en el centro del campo de Víctor Fernández, terminaba contrato el 30 de junio, pero su vinculación se alargará varias temporadas más. “Ahora queda en un segundo plano, pero, como dijo Lalo, la situación al final ha llegado a un buen camino. En estos momentos no es algo importante, pero en su día, cuando esto termine, el club hará el comunicado”, ha explicado.
Eguaras llegó a La Romareda en 2017 como una de las primeras incorporaciones de Lalo Arantegui, y ya se ha convertido en un referente del equipo y del vestuario, portando en numerosas ocasiones el brazalete de capitán. “Siempre he dicho que aquí soy feliz, mi familia también, y la verdad es que es un sitio que me encanta. Siempre me he sentido muy querido y estoy disfrutando de minutos, de mis compañeros y de situaciones que no había vivido a lo largo de mi carrera deportiva”, ha reconocido el “16”.
Durante estas tres temporadas, Eguaras ha llevado el timón del equipo de forma constante. Solo una lesión en el pubis en mayo de 2018, que le hizo no estar al 100% en el fatídico playoff ante el Numancia, truncó su evolución y su fútbol se vio mermado, pero, afortunadamente, ya es pasado. “Ha habido momentos en los que no me los merecía por situaciones y momentos futbolísticos que va teniendo cada jugador, pero siempre me he sentido importante”, ha señalado.
Ahora, como todos sus compañeros, el mediocentro continúa los entrenamientos en su domicilio, siguiendo las instrucciones de los preparadores físicos del club. “Este parón ha sido un golpe porque no sabemos lo que va a pasar y si se va a reanudar la competición o no, pero espero que todo acabe con un final feliz”, ha resaltado.
Así, Eguaras ya cuenta las hojas que quedan en el calendario para volver a La Romareda y finiquitar, de la mano de la afición zaragocista, el regreso a Primera División. “Sabemos que si se reanuda la competición y se juega con público vamos a sentir de nuevo todo el calor que nos dan en cada partido. Ir al estadio, lleno de gente animándonos y dándonos esa fuerza cuando la necesitamos, se echa de menos. Es un campo que impone al contrario y que a nosotros nos da ese último aliento”, ha destacado.