La Recopa de París celebra sus bodas de plata

El Real Zaragoza culminaba así una de sus épocas más exitosas de su historia. Foto: @RealZaragoza
photo_camera El Real Zaragoza culminaba así una de sus épocas más exitosas de su historia. Foto: @RealZaragoza

El zaragocismo celebra este domingo su particular San Nayim. Este año, además, con un motivo añadido, al cumplir los 25 años desde que este ceutí pasó a convertirse en leyenda de la capital aragonesa. Aquel 10 de mayo de 1995, el equipo liderado por Víctor Fernández enmarcó su nombre con el título más importante de la historia del club.

París se inundó ese día de una marea blaquiazul. Miles de zaragocistas emprendieron un largo viaje por tren, avión y carretera para no dejar solo a su equipo, como bien sabe hacer en todas las citas importantes.

El Real Zaragoza culminaba así una de sus épocas más exitosas de su historia, que se inició desde el sufrimiento para evitar un descenso a Segunda, que tuvo que sobreponerse al palo de perder una final de Copa en el 93, con la particular actuación de Urío Velázquez, logró sobreponerse con el título copero del 94, hasta alzarse con el mayor hito del club.

Cedrún; Belsué, Aguado, Cáceres, Solana; Aragón, Nayim, Poyet; Pardeza, Higuera y Esnáider. Un once que cualquier zaragocista es capaz de recitar de carrerilla. Un equipo que perdurará en la leyenda de un Real Zaragoza que un 10 de mayo fue campeón de Europa, capaz de plantar cara a los equipos más grandes y poderosos del continente.

Para llegar a París, el conjunto aragonés tuvo que imponerse a cinco rivales para lograr la Recopa. En 1/16 de final, el rival fue el Gloria Bistrita. Tras perder en el encuentro de ida (2-1), en la vuelta los blanquillos se impusieron por un rotundo 4-0 en el Luis Casanova de Valencia, al no poder jugarse en La Romareda por una sanción de la UEFA.

Más sencillo fue el paso por 1/8 de final ante el Tatran Presov. En la ida, los blanquillos no dieron ninguna opción y se impusieron por 0-4, redondeado en la vuelta con un 2-1, también jugado en Valencia.

El primer contrincante fuerte llegó en 1/4 de final. El Feyenoord ganó por 1-0, tanto logrado por el delantero sueco del Barcelona Henrik Larsson, pero los de Víctor Fernández remontaron en Zaragoza al ganar por 2-0. En semifinales, el rival fue el Chelsea. El 3-0 logrado en La Romareda pareció sentenciar la eliminatoria. Sin embargo, sólo un gol de Santi Aragón, en la vuelta, evitó un lance muy complicado (3-1).

El resto, con el gol inicial de Esnáider, la seguridad defensiva de Aguado y Cáceres, la insistencia por la banda de Belsué la magia de Santi Aragón, la calidad de Pardeza y el gol de Nayim, ya son historia.