Triste regreso de un Real Zaragoza errático y sin chispa (1-3)

Todo lo que pudo presumir el Real Zaragoza de su fútbol antes del parón liguero se desvaneció por el camino que le llevó al choque ante el Alcorcón. Victoria de los visitantes por 1-3, resultado doloroso, en un encuentro en el que los maños caían víctima de groseros errores en su zaga. A pesar de poder adelantarse en el marcador en varias ocasiones, los blanquillos acusaron una falta de ritmo y chispa que le condenó a toparse contra un muro constante.

Víctor Fernández apostaba por Guitián en el costado derecho de la defensa frente a las dolorosas ausencias de los dos especialistas: Vigaray y Delmás. El resto, la sorpresa de Kagawa por Puado, con molestias eso sí durante la semana. Pronto se vio que el ritmo se había perdido por completo, lógico y normal, tras los meses donde los futbolistas no han podido competir. Aunque el Real Zaragoza no obstante se mostraba superior.

En el minuto 9, Guti amenazaba la portería alfarera con un disparo lejano que se estrellaba en el lateral de la red. Segundos después era Guitián el que desperdiciaba la mejor ocasión de la primera parte tras no aprovechar un centro medido de Íñigo Eguaras. No se lo creía el ex del Valladolid, que veía la tarjeta amarilla al poco por una jugada fortuita que no merecía mayor sanción.

A partir de ahí, la nada. Bueno, era Kagawa el que mayor interés le ponía a aparecer entre líneas y tratar de buscar a Suárez, sin el colmillo al que costumbra para la presión o aprovechar los espacios. Precisamente ambos fueron los protagonistas de una combinación que iniciaba Soro, el nipón cedía con maestría de tacón al colombiano, quien se entretenía en el regate y veía cómo le robaban la cartera a escasos segundos de impactarla. Y con eso finalizaba un primer tiempo sin ritmo ni pasión, pero en el que el Real Zaragoza ya había acreditado ser merecedor del título.

Segunda parte

Álex Blanco sustituía a Kagawa en el ecuador, buscando Víctor mayor velocidad y verticalidad. Era Nieto el que tenía la oportunidad de adelantar a los maños, pero su cabezazo, de espaldas a portería, se estrellaba contra la madera. El Real Zaragoza volcaba el campo a su favor y tenía, sobre todo por medio de Blanco, las mejores alternativas para decantar la balanza. Pero nada más lejos de la realidad.

La salida de Fran Sandaza al campo fue definitiva. En el minuto 70, nada más salir, aprovechaba un error de Atienza para ceder a Stoichkov el 0-1 a placer. Tres después, protagonista Sandaza de nuevo para robar a El Yamiq y regalar de nuevo a Stoichkov para el 0-2. Los surrealistas diez minutos que se vivían en La Romareda se completaron con una incomprensible expulsión de Cristian Álvarez por coger la pelota con las manos fuera del área, previo pase peligroso de El Yamiq.

Saltaba Ratón, sustituyendo a Suárez y el Real Zaragoza, sin chispa en ningún momento, sacaba la bandera blanca pidiendo tregua. Pero Sandaza quería su recompensa y en una nueva melé en el área zaragocista le llegaba la pelota para superar al arquero gallego y hacer el 0-3. Sólo Linares, en el descuento, pudo maquillar un resultado que duele y sirve de claro aviso para los maños de aquí a final de temporada.