Después de varios meses con la Liga Endesa en “stand by”, el Casademont Zaragoza regresa a la competición. Lo hace con numerosas bajas con respecto al último encuentro, pero con la misma ilusión por hacer algo grande. Más de tres meses han pasado desde ese lejano partido ante Lietkabeklis en Champions, y ahora ya pueden volver a demostrar que esa tercera plaza no era casualidad. El Burgos es el rival que este jueves les espera en la fase final.
Ahora bien, deberán reponerse al repentino aluvión de bajas. Fran Vázquez, Jason Thompson y DJ Seeley han abandonado el barco en esta cuarentena. El primero alegaba motivos familiares, mientras que los estadounidenses volvieron a su lugar de origen. El problema más serio llega precisamente con Vázquez y Thompson, ya que ambos ocupan la posición de pívot. Justiz, lesionado, es la tercera baja en la misma zona.
El Casademont Zaragoza tiene que tener en cuenta que este “macro playoff” únicamente se alargará hasta el 30 de junio. Son doce días en los que se dictará sentencia sobre las jornadas que faltaban para lo competición, y los de Porfirio Fisac llegan con moral para superar al Burgos. Antes del parón, copaban la décima posición del campeonato, mientras que los rojillos se ubicaban terceros.
Tampoco serán sencillos el resto de rivales del equipo aragonés. En este formato, con dos grupos diferenciados, el Casademont se enfrentará también al Real Madrid, al Gran Canaria, al Valencia y al Andorra. Si quiere una licencia para soñar en hacer algo grande, deberá superar esta primera fase de grupos. Para llegar a esas semifinales es necesario terminar en primera o segunda posición.
De todas formas, está clara la filosofía del “partido a partido”. Los chicos de Fisac no van a pensar más allá de vencer el partido que les toca. Primero hay que, al Burgos, y después, ya se pensará en derrotar al Valencia. No viajan a la capital de la comunidad con ningún tipo de presión, lo que también podría jugar a favor de los maños.
El Casademont Zaragoza tratará de aprovechar sus oportunidades y disfrutar de esta atípica forma de poner fin a la Liga Endesa de baloncesto. Este equipo ha demostrado en muchas ocasiones que está capacitado para hacer frente a cualquier reto. Valencia espera a los de Fisac, donde tratarán de grabar su nombre con letras de oro en la historia del club.
