El Teatro Principal vuelve a levantar el telón

Ábrete Sésamo será la primera obra en pisar la tarima el 3 de julio
photo_camera Ábrete Sésamo será la primera obra en pisar la tarima el 3 de julio

El Teatro Principal se estrena el próximo sábado 27 de junio con un programa de visitas guiadas para la Noche en Blanco de Zaragoza. Lo hace, por supuesto, con las medidas de higiene y sanidad requeridas. Esta seguridad se mantendrá en las representaciones que comenzarán el 3 de julio.

Para estas, “se aumentarán las vías de acceso al patio de butacas, se reducirán las plazas y se establecerá un sistema de venta de localidades con un cribado que permita hacer grupos familiares de dos, de tres y de cuatro personas”, afirma el gerente del Patronato de Artes Escénicas de Zaragoza, José María Turmo.

En cuanto a la reducción del número de butacas, el gerente ha manifestado que “ahora lo importante no es tener unas localidades más, sino que haya ambiente y que vuelva el público”. Será importante la asistencia a la obra que pisará por primera vez la tarima tras el parón por el estado de alarma. Esta será Ábrete Sésamo, el 3 de julio.

Esta obra, que presenta el libro como objeto mágico e inesperado, es “un tanto especial”, afirma la directora artística, Azucena Gimeno, ya que sus espectáculos son “eminentemente visuales, muy participativos, con muchos lenguajes y también con historias abiertas para que las puedan disfrutar desde niños chiquitillos hasta los mayores”. La compañía pretende fomentar la imaginación de los niños y su gusto por el teatro. “No solo entretener, sino también lanzar un mensaje”, afirma el autor y director técnico, Roberto Barra.

Se podrá disfrutar el fin de semana del 3 al 5 de julio. Tras ella llegará “Manual de instrucciones propias”, de Marisol Aznar y Jorge Asín. Una serie de sketches que compensarán las fiestas de los pueblos. Esto se debe a que la compañía reflejará cómo somos los seres humanos en uno de los momentos más puros de nuestro comportamiento: durante las fiestas de los pueblos. Por lo tanto, los autores reflejarán en esta obra lo cotidiano, las costumbres y hasta las maneras de bailar.

La actividad cultural de Zaragoza aumenta porque para los autores, acostumbrados a disfrazarse, una nueva máscara no va a ser un impedimento.