Los once olivos de la plaza de Salamero se retiran siguiendo el protocolo de trasplante

Los olivos no podrán ser devueltos a espacios de la ciudad hasta dentro de dos años
photo_camera Los olivos no podrán ser devueltos a espacios de la ciudad hasta dentro de dos años

Los once olivos de la plaza de Miguel Salamero en Zaragoza comienzan a trasplantarse desde este miércoles siguiendo el protocolo que marcan las Normas de Jardinería y Paisajismo de grandes ejemplares. Las tareas de trasplante se han dividido en tres fases en esta última semana: primero, la poda y preparación de los ejemplares durante el lunes y martes; después, el traslado de los olivos, que se prevé realizar entre este miércoles y jueves; y, por último, el trasplante de los árboles el viernes en un vivero.

A finales de enero se detectó una patología estructural en el techo del aparcamiento ubicado en la plaza de Salamero y, tras distintos informes y ante la existencia de un posible riesgo de derrumbe (que impedía continuar con el análisis de la estructura), se iniciaron unas obras de emergencia para aligerar el peso sobre el parking. Ante la necesidad técnica de retirar los árboles de la superficie para evitar cualquier peligro, Urbanismo solicitó un informe específico al área municipal de Parques y Jardines para “salvar el mayor número de árboles posible”, como indicó el consejero de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano.

En dicho análisis, se concluía que los únicos ejemplares susceptibles de ser trasplantados y con valor paisajístico eran los once olivos de la plaza y había que esperar hasta el momento oportuno, que era la segunda mitad de agosto. Con ese objetivo, “se han tenido que acompasar las obras de vaciado de la plaza con la preparación de los ejemplares para su traslado”, ha apuntado Serrano.

“Dijimos que salvaríamos los olivos y lo estamos cumpliendo, por encima de alguna imagen un tanto esperpéntica que hayamos podido ver en la plaza y por encima de la teatralización que algunos han querido hacer aquí, en una especie de “performance” que no sabemos qué aportaba a los vecinos” ha expuesto el consejero, en referencia a los hechos protagonizados por el concejal de Podemos Fernando Rivarés, que se encadenó hace unos días a uno de los árboles a modo de protesta por su tala.

En estos últimos días, los operarios han estado preparando los ejemplares para su traslado. Primero serán llevados hasta los Viveros Jara para su preparación, ya que requiere de mano de obra y medios especializados. Allí permanecerán aviverados como mínimo un año, hasta que se garantice su viabilidad, y entonces se podrá optar por mantenerlos allí hasta su plantación (otro año mínimo) o ser nuevamente trasladados, en esta ocasión a viveros municipales para su mantenimiento.

Los olivos no podrán ser devueltos a espacios de la ciudad hasta dentro de dos años, el tiempo mínimo que estiman los técnicos que debe pasar desde su retirada en la plaza hasta su plantación en un lugar definitivo.

Tal y como estaba previsto en el cronograma de trabajo de las obras de la plaza de Miguel Salamero, este miércoles ha comenzado el trasplante de esos once olivos desde su ubicación actual hasta el vivero. Unos trabajos que en todo momento han estado supervisados por el Servicio de Parques y Jardines que fueron los que determinaron en un informe que la supervivencia de estos árboles en concreto era pertinente “por las características propias de la especie tanto por su porte y como por su estado sanitario”.

Datos de la operación

Los primeros trabajos para la salida de los olivos de la plaza Salamero se iniciaron el pasado 7 de agosto, tras retirar parte de la arena sobrante ubicada en la base de los olivos. Cada uno de las bases de los árboles fueron cubiertas con una malla para que los árboles mantuvieran la humedad. Al mismo tiempo, cada uno de los olivos recibió riego individual para que siguiera hidratado, y también se realizaron trabajos en las copas para evitar la excesiva transpiración de las hojas.

Las labores concretas para el trasplante de los once olivos comenzaron este lunes con la poda de todas las ramas de los árboles para reducir el volumen de sus copas y así equilibrar la proporción del ejemplar. En esos trabajos, los operarios han dejado unos cepellones, que son la base de tierra adherida a las raíces, con un diámetro de 2,5 x 3x 1,4 metros de altura (profundidad de la jardinera), para poder realizar el traslado en las condiciones óptimas.

Los primeros trabajos para la salida de los olivos de la plaza Salamero se iniciaron el pasado 7 de agosto

Los cepellones de cada uno de los ejemplares han sido cubiertos con mallas geotextiles para que las tareas no afecten al ejemplar. La carga de cada uno de ellos se está realizando desde este miércoles mediante una plataforma de transporte especial de 2,5 metros de anchura, tipo góndola. En cada uno de estos vehículos se colocarán dos o tres ejemplares, terminando el traslado en sólo dos días.

Una vez en los camiones, los 11 olivos serán llevados al vivero donde se descargarán siguiendo el mismo protocolo que en la carga. Cada uno de los olivos se colocará en una maceta individual con una malla antihierbas, rodeada a su vez por una malla galvanizada, mezclado con sustrato enraizante y abono de liberación lenta. Además, los ejemplares serán tratados con aminoácidos y productos fungicidas preventivos. Finalmente, los técnicos del vivero les colocarán riego automático controlado y realizarán un seguimiento periódico del estado fitosanitario de cada uno de los ejemplares.

En concreto, los olivos se van a llevar ahora hasta Viveros Jara, donde pasarán el primer año y después podrán continuar allí o en el vivero municipal hasta alcanzar el mínimo de dos años que se necesitan antes de estudiar su vuelta a una ubicación definitiva en la ciudad.

Siguiente fase en Salamero

Con la retirada de los árboles y el aligeramiento del peso de la plaza se finaliza esta primera fase de la actuación de emergencia ante el puntual riesgo de derrumbe detectado. Ahora se podrá cerrar un plan de ensayos con el objetivo de que continúen y se acaben las labores de inspección y auscultación de la estructura, para determinar su estado y los condicionantes para su futuro diseño.

Una vez conocida la realidad de la estructura y posibles soluciones, comenzará la preparación del anteproyecto para reformar la plaza de Miguel de Salamero, cuyo proceso se quiere aprovechar para revitalizar esta céntrica zona y adecuar su diseño a las demandas de movilidad, arquitectura y urbanismo que se exigen en un modelo de ciudad del siglo XXI.

Respecto a los plazos, Serrano se ha mostrado “cauteloso” a la hora de aventurar los tiempos de ejecución, ya que el Departamento no cuenta todavía con el informe definitivo, que podría tardar alrededor de tres semanas. Después, la reforma se someterá a participación ciudadana y, según Serrano, “a finales de año ya sabremos lo que queremos hacer, que tendrá mucho que ver con lo que podamos hacer” dado el estado y las características que presenta la infraestructura.