Jair Amador, un viejo conocido del fútbol aragonés que refuerza la retaguardia zaragocista

jair amador
photo_camera El central ya fue reclutado por Lalo para el Huesca hace cuatro años. Foto: Web SD Huesca

El defensa central Jair Amador (Lisboa, 1989) es uno de los nombres propios del Real Zaragoza en este atípico mercado de fichajes. El futbolista, que posee también la nacionalidad caboverdiana, fue anunciado como nueva incorporación por el director deportivo de la entidad, Lalo Arantegui, para las dos próximas temporadas. Y precisamente Arantegui, en su etapa al frente de la dirección deportiva de la SD Huesca, lo reclutó para las filas del conjunto aragonés en el verano de 2016, disputando dos temporadas en las que formó parte de un playoff fallido y logró el primer ascenso del Huesca a la Primera División.

En la temporada del ascenso, Jair disputó de titular los 42 encuentros del campeonato regular de liga, compartiendo eje de la defensa con Jorge Pulido y convirtiéndose en uno de los factores claves de la histórica temporada oscense. Fue el futbolista que más minutos disfrutó aquel año, pero su contrato expiró y se marchó al Maccabi de Tel Aviv. Antes de llegar al Huesca, jugó en el CD Miajadas, el Villanovense –club en el que están sus raíces y donde consiguió el ascenso a Segunda B- y en el Atlético Levante.

En Israel, Jair ha disputado un total de 68 partidos a lo largo de dos cursos, participando en nueve encuentros de la Europa League e incluso la fase preliminar de la Champions, donde fue eliminado por el Cluj rumano en el primer cruce. En el ámbito nacional, ha ganado las dos ligas que ha disputado, además de una supercopa israelí. A pesar de que le quedaba un año más de contrato, el zaguero llegó a un acuerdo con el club para rescindirlo y llegar a Zaragoza con la carta de libertad.

Jair Amador destaca por ser un central de gran envergadura, con 1,90 metros. Es zurdo y suma a su contundencia aérea una salida aseada del balón. Es un zaguero rápido, capaz de medirse en velocidad con los atacantes rivales, y se muestra fuerte al corte. En la faceta ofensiva y dada su altura, puede ser un buen recurso para las jugadas de córner del conjunto de Baraja, aunque no suele registrar cifras goleadoras demasiado notorias: en Huesca marcó tres goles en 75 partidos, mientras que en los 68 encuentros que ha jugado con el Maccabi no ha conseguido ver puerta.

En favor del futbolista, cabe destacar que ha sido protagonista indiscutible en todas sus experiencias en el fútbol profesional, desarrollando un papel crucial tanto en Huesca como en Tel Aviv. Se trata de una incorporación que el Real Zaragoza ya había pretendido en otros periodos de fichajes, llegando a sonar con fuerza hace un año. Ahora, Lalo Arantegui ha conseguido la llegada de uno de sus objetivos prioritarios para apuntalar la retaguardia tras finalizar la cesión de El Yamiq.