Las dos nuevas jóvenes promesas zaragocistas, Pep Chavarría y Sergio Bermejo, ya suman en la plantilla zaragocista. Después de haber sido presentados ambos este martes, han dejado claro que les va a caracterizar la ilusión en el salto a la élite del fútbol profesional. Además, vienen con ganas de demostrar que no les va a pesar la camiseta para lograr el objetivo del ascenso.
Ha sido el lateral izquierdo catalán el que ha pasado primero ante los micros. Cuatro años estará en la entidad zaragocista si cumple su contrato, algo que le hace “muy feliz”. “La grandeza y la historia” del equipo le han hecho decantarse, y también se encuentra “muy agradecido”.
El futbolista también puede jugar de extremo, y le gusta atacar y defender. “Mi estilo de juego es parecido al del Real Zaragoza”, ha reconocido. Ahora le toca trabajar y “entrenar al máximo para tener minutos”. A su favor está esa gran capacidad de incorporarse al ataque, algo que le gusta hacer manteniendo siempre la seguridad defensiva.
El parón para el catalán ha sido complicado, y ahora se muestra muy ilusionado con volver a sentirse futbolista. Para darle más empaque, este salto “a un club muy grande” le llena de ambición. Llega “sin miedo a nada” y con un único objetivo: ascender con el Real Zaragoza a Primera División.
Bermejo tampoco se ha querido quedar atrás. El centrocampista, que también llega para cuatro temporadas, se ha definido como un jugador “que puede aportar desequilibrio”. Le gusta conducir, romper líneas e implicarse en defensa. Si algo caracteriza al nuevo fichaje blanquillo es la polivalencia. “Puedo jugar por dentro y por fuera, de interior o extremo. Lo que me pidan intentaré darlo”, ha sostenido.
Para el ex del Celta fue “una decisión fácil” venir al Real Zaragoza, y como Chavarría, se ha mostrado “muy contento e ilusionado”. Por ello, espera devolver la confianza “en el campo”, que es donde se debe hablar. Esta situación atípica, con la mitad del equipo todavía de vacaciones, la vive con las ganas de empezar con todo el conjunto. Ahora, su deseo es claro: vivir una gran temporada en Zaragoza.