Nuevas peticiones e interrupciones posponen la declaración de Lanza en el "juicio de los tirantes"

Durante esta primera sesión del juicio (se siete que va a haber en total) estaba previsto que el acusado declarara
photo_camera Durante esta primera sesión del juicio (se siete que va a haber en total) estaba previsto que el acusado declarara

Rodrigo Lanza ha vuelto a sentarse este lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza por el conocido como “crimen de los tirantes”. Una primera sesión marcada por las continuas peticiones en cuestiones de forma e interrupciones ha propiciado que el acusado no declarara en esta primera sesión como estaba previsto. También ha alargado la sesión la aportación de nuevos documentos por parte de las acusaciones y el Ministerio Fiscal También, entre ellas un vídeo en el que aparecería Víctor Laínez esa misma noche que ha sido presentado por la acusación particular.

También ha habido peticiones por parte de la defensa que han alargado la jornada como, por ejemplo, que el acusado entrara sin las esposas o un cambio en el calendario para que todos los forenses declararan un mismo día. También la constitución del jurado ha alargado esta sesión. Precisamente uno de los miembros del jurado ha interrumpido hasta en tres ocasiones el relato de los hechos por parte del abogado de la defensa, Endika Zulueta, por lo que la magistrada, viendo que no cesaba, ha dejado también para la sesión del martes la decisión de destituirlo y llamar a un suplente.

Durante esta primera sesión del juicio (se siete que va a haber en total) estaba previsto que el acusado declarara sin embargo, debido a todas las cuestiones formales de constitución del jurado y presentación de nuevos documentos se ha pospuesto.

Se trata del segundo juicio que se celebra contra Lanza por la muerte de Víctor Laínez después de que fuera condenado a cinco años de prisión, frente a los 25 años que solicitaban acusaciones y fiscalía. Lanza fue condenado por homicidio imprudente y no por delito de asesinato. Los magistrados consideraron que el veredicto del jurado no estuvo suficientemente motivado por lo que diez meses después de aquel fallo Lanza ha vuelto al banquillo.

Los hechos

Según ha relatado el Ministerio Fiscal, Láinez se encontraba en torno a las 3.00 horas de la madrugada del 8 de diciembre en el bar Tocadiscos, en Zaragoza, en actitud tranquila, y vestía unos tirantes con la bandera de España. Fue entonces cuando Lanza, acompañado por tres personas, entró al local y comenzó a hablar con la víctima. En cierto momento, el presunto homicida llamó “facha y fascista” a Láinez y este le respondió llamándole “sudaca”.

Unos 20 minutos más tarde, Lanza salió del local antes de la víctima y se enfrentaron verbalmente del local antes de que lo hiciera la víctima. Entonces, volvieron a enfrentarse verbalmente, según recoge el auto judicial, “sin que existan pruebas de que Láinez llevara ningún tipo de navaja o cuchillo”.

Este volvió a entrar al bar y el acusado, lo siguió de manera repentina “para atacar por detrás” y le propinó un primer golpe en la cabeza que le hizo caer al suelo. Ahí, le empezó a dar “puñetazos en la cabeza y una patada muy fuerte en la cara”. Según la representante del Ministerio Fiscal, “no consta que Láinez llevara navaja u objeto semejante ni que mostrase actitud agresiva o violenta”.

La acusación particular, ejercida esta vez por los abogados José Luis y Enrique, amigos de Victor, ha compartido el relato realizado por la fiscal poniendo el énfasis en el agravante por motivos ideológicos y el ensañamiento. “En el primer juicio no estábamos dispuestos a ver la autopsia de nuestro amigo pero esta vez hemos hecho de tripas corazón”, ha dicho el abogado José Luis.

El actor civil presente en el proceso ha lamentado la intención de la defensa que “ha pretendido expulsarnos del proceso”. Además ha explicado al jurado popular que ellos no deberán decidir de la responsabilidad civil, “esto corresponderá a su señoría”, ha dicho.

La autopsia

Según la autopsia, Laínez fue atacado por la espalda y golpeado brutalmente, sin posibilidad de defenderse. Tras el ataque, Lanza se marchó del lugar. Dejó al fallecido tendido en el suelo, agonizando. Cuatro días después falleció en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza a causa de un severo traumatismo craneoencefálico con parada cardiorrespiratoria compatible con una contusión de fuerte intensidad en la región temporoparietal derecha.

Asimismo, la víctima sufrió un importante traumatismo facial con múltiples fracturas conminutas en huesos propios nasales, tabique nasal, pared medial de ambos senos maxilares y suelo de la órbita derecha y herida a lo largo del dorso nasal compatible con uno o más traumatismos sobre la zona con severa intensidad traumática.

¿Por qué se repite el juicio?

En el fallo el tribunal cree que el jurado debería haber explicado por qué aceptó unas declaraciones y pruebas periciales y rechazó otras. Se refiere, en concreto, a los informes médicos presentados claves para determinar si el condenado tuvo intención de matar o solo de lesionar y que arrojaban conclusiones contrapuestas sobre la causa final de la muerte de Laínez. Aseguraron en el escrito que el acta de votación de los miembros del jurado “no recoge ni los elementos de convicción para calificar los hechos como homicidio imprudente ni una sucinta explicación de las razones por las que han declarado o rechazado declarar determinados hechos como probados”.

Los magistrados recalcaron que el veredicto no razonó ni explicó, “ni siquiera esquemática y sucintamente”, por qué se había inclinado por una de estas periciales. El fallo recalca que el principal déficit del veredicto es la “falta de explicación de las razones por las que se considera que solo existió dolo de lesionar y no dolo de matar”. En opinión de la Sala, esto supone “una vulneración del derecho fundamental de la tutela judicial efectiva” al impedir a las partes y al propio tribunal “conocer el proceso lógico-jurídico que ha conducido al fallo, contrastar la razonabilidad de la sentencia y controlar la aplicación del Derecho”.