La Sociedad Deportiva Huesca vive momentos complicados en su segundo año en la máxima categoría del fútbol español. Actualmente, los oscenses se encuentran a cinco puntos de la salvación, que se irán a seis en el momento que comience el Elche – Getafe, independientemente del resultado. Por ello, será vital lograr un triunfo ante el Betis que reduzca un poco la distancia y les permita aferrarse a un clavo ardiendo.
Bien es cierto que el rival es propicio para lograr el triunfo. El Real Betis se ubica en la zona tranquila de la salvación, aunque no debe descuidar el descenso, que queda a cuatro puntos. Su racha de resultados no es positiva tampoco, por lo que es un día para ganar. Los andaluces llegan sin la urgencia y la asfixia de necesitar vencer y sin haber logrado grandes resultados.
Los altoaragoneses sí que sienten esa urgencia máxima. Irse de vacío este lunes del Alcoraz o lograr un solo punto supondría comenzar a despedirse de las opciones reales de salvación. Además, esta semana recupera el Osasuna su partido retrasado ante el Granada, por lo que una derrota supondría ahogarse también en el último puesto. En definitiva, el triunfo es un trámite de obligado cumplimiento.
Los andaluces llegan a la capital oscense después de empatar ante el Sevilla en el derbi de la ciudad y de caer por 4-3 en un partido loco ante el Levante. Justo antes habían logrado vencer al Cádiz en otro derbi de comunidad. Así es la trayectoria de un Betis que, a pesar de estar llamado a pelear por un puesto europeo, en la práctica se encuentra en la mitad de tabla.
Míchel se la juega en este partido. No vencer supondría dejar su trabajo y su puesto en completo entredicho. Sin embargo, en la previa del encuentro ante los verdiblancos ha asegurado que el enfrentamiento “es importantísimo” y deberán estar “mentalmente preparados”.
Uno de los aspectos que beneficia al Huesca por la incertidumbre que genera es el estado del terreno de juego. “El club está haciendo todo lo posible por dejar el campo en las mejores condiciones”, explicaba el míster este domingo. Preocupa el hielo que pueda generarse a pesar de haber retirado perfectamente el manto de nieve.
Los altoaragoneses se la juegan en su estadio en un partido clave que determinará el futuro del técnico y prácticamente del equipo. Ampliar aún más la ya difícil renta de puntos con respecto al descenso sería matador. Por ello, el triunfo ante el Betis sería agarrarse a un clavo ardiendo para mantener viva la esperanza de la salvación.