Cristian Álvarez no concibe otra cosa que no sea “rayar la excelencia partido tras partido”

Cristian mantiene su alto nivel de los últimos años. Foto: Tino Gil/Real Zaragoza
photo_camera Cristian mantiene su alto nivel de los últimos años. Foto: Tino Gil/Real Zaragoza

El cancerbero zaragocista Cristian Álvarez está recuperando el altísimo nivel al que había acostumbrado a la afición del Real Zaragoza. A pesar de haber pasado un inicio de temporada con irregularidades, vuelve a ser el guardameta que da al equipo tantos puntos con un ariete. Por su forma de ser, el arquero no concibe otra cosa que no sea “rayar la excelencia partido tras partido”.

Este viernes, el argentino ha pasado por los micros de la sala de prensa zaragocista, y ha asegurado sentirse “con más confianza que dos o tres meses atrás”. La primera vuelta estuvo “a la altura de lo que ha sido el equipo, y quiere exigirse más para alcanzar el top competitivo. “No es fácil mantener un nivel por rayar la excelencia partido tras partido, pero en cuanto a mi forma de ser no concibo otra cosa”, aseguraba ante los medios. Y así, trabajará “día tras día al máximo para volver a brillar dentro del campo y que el equipo pueda vivir una segunda vuelta tranquila”. “Incluso ilusionarnos por algo más”, sostenía.

Lo que están encontrando es la tranquilidad. En la plantilla han ganado en confianza. “Trabajamos con mucha ilusión para hacer una segunda vuelta más que buena”, aseveraba el cancerbero. Todavía queda mucho, y verse fuera del descenso “es importantísimo”. Es un aspecto mental, porque los buenos resultados “facilitan mucho el trabajo y suponen un impulso importante de confianza”. Aun así, queda mucho por recorrer. “De aquí al final va a ser una batalla por escalar posiciones semana tras semana”, recalcaba.

Cristian reconoce que pasó miedo ante la mala racha de resultados, y aprovecha para reflexionar sobre él. “Con el miedo convivimos semana tras semana, es uno de los motores que nos hace crecer a todos”, comenzaba el argentino. A nivel personal, vivía con ansiedad el verse metido abajo. “La vida no se disfruta de la misma manera, es difícil abstraerse. Uno lleva mucho en la ciudad y te lo recuerdan día tras día”, aseveraba. Sin embargo, siempre fue optimista y veía “una luz de esperanza de que las cosas van a cambiar y van a ir a mejor”. La figura de JIM ha sido fundamental en el cambio.

El Real Zaragoza ya prepara el próximo enfrentamiento, esta vez ante el Albacete, en el que se juega abrir algo de brecha. Los maños tratarán de seguir con esa racha ascendente a costa de los manchegos, que ocupan la última posición de la tabla clasificatoria.