Operarios de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza han emprendido esta tarde las labores de tapiado de los accesos del narcopiso, incendiado intencionadamente durante este fin de semana en el número 41 de la calle Cerezo del barrio del Gancho.
Según han informado fuentes municipales, el tapiado de las viviendas incluye las ventanas inferiores de fácil acceso desde la calle, la puerta principal y un cristal que da luz al edificio.
Tras la inspección realizada por Urbanismo y la Policía Local estos días, se ha comprobado que el inmueble no está habitado en la actualidad y que, además, no reúne las condiciones de salubridad y habitabilidad.
El responsable de Urbanismo, Víctor Serrano, ha recordado que el Ayuntamiento firmó un convenio con el Colegio de Abogados relacionado con la ocupación ilegal de inmuebles y que ha tenido varias consultas durante el primer mes.
También ha destacado que por seguridad se instalaron cuatro cámaras de videovigilancia, que según resaltan los vecinos han sido disuasorias, pero no suficientes. Desde el Consistorio estudian ahora instalar nuevas cámaras entre Boggiero, San Pablo y Casta Álvarez.
Además, habrá inspecciones que informen sobre qué tipo de inmuebles están contribuyendo a la insalubridad y a la falta de convivencia en el barrio. “Estudiamos poder intervenir en aquellos bloques que estén causando problemas de convivencia con los vecinos”, ha sostenido.
Respecto al edificio tapiado, tras las indicaciones de vecinos y Policía Local, se ha avisado a los Bomberos del Ayuntamiento para inspeccionar la cubierta y el sótano, ante la posibilidad de tener butrones o accesos desde otros edificios.
Las tareas de tapiado del inmueble se van a prolongar mañana, dado que, tras la comprobación del estado del sótano por parte del cuerpo de Bomberos, se ha detectado una acumulación de aguas residuales en el sótano.
Por tanto, mañana los arquitectos municipales del área de Urbanismo regresarán al inmueble, a partir de las 9.00 horas, junto a Policía Local y Bomberos para estudiar la posibilidad de extraer esas acumulaciones, para así poder proseguir con el cerramiento del edificio con las garantías mínimas de salubridad.