La Guardia Civil está investigando al conductor de un taxi que prácticamente cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida para profesionales. Fue interceptado en la A-23, en el término municipal de Muel, cuando trasladaba de Teruel a Zaragoza a un paciente oncológico para recibir tratamiento en un centro hospitalario, junto a un familiar que le acompañaba.
Fueron los propios pasajeros del taxi quienes alertaron a la Guardia Civil de que estaba realizando una conducción negligente y anómala. De inmediato, una patrulla de tráfico de Cariñena localizó e interceptó al vehículo. El conductor arrojó una tasa de alcoholemia de 0,59 mg/litro, cuando la permitida para conductores profesionales de 0,15 mg/l.
Así, se le investiga por un delito contra la seguridad vial por circular bajo la influencia de bebidas alcohólicas de un conductor profesional y por conducción negligente.
La Guardia Civil realizó las gestiones oportunas para que los pasajeros continuaran su trayecto hasta el centro hospitalario, que se llevó a cabo en un taxi de Cariñena.