Los Dominican Don't Play y los Black Panther: luchas y droga callejera por el control de Zaragoza

Su supuesto cabecilla fue detenido el pasado 2 de marzo en la macro operación de la Policía Nacional contra bandas callejeras
photo_camera Su supuesto cabecilla fue detenido el pasado 2 de marzo en la macro operación de la Policía Nacional contra bandas callejeras

El nuevo golpe policial a la banda callejera Dominican Don’t Play (DDP) ha vuelto a descabezar a esta organización que se encuentra detrás de las últimas reyertas entre jóvenes, en su mayoría de origen latino, en varios parques de Zaragoza. Su pseudo líder fue detenido el pasado 2 de marzo en la macro operación de la Policía Nacional contra bandas callejeras cuando estaba en su piso del Actur en Zaragoza. Los Dominican Don’t Play con guarida en el barrio de San José se queda sin riendas y con un duro golpe a sus negocios, entre ellos el tráfico de drogas, para el que empleaban a menores que deseaban incorporarse a sus filas.

La banda nace en Zaragoza en el 2009 como satélite o lo denominado como “coro” de los DDP de Madrid. Su consideración como Asociación Ilícita por el Tribunal Supremo en 2013, promovió un año después la detención de 15 personas como miembros activos de la banda, lo que supuso el primer mazazo para la banda, que quedó desperdigada temporalmente. Con más sigilo y cuidado continuó operando la banda y los que estaban en un considerado “segundo plano” conseguirían entonces un ascenso hasta la primera plana de la banda, ahora en prisión provisional.

Sus enemigos, los “Black Panther” (BP), operarían en Delicias y las incursiones de unos y otros en sus territorios enemigos habrían desembocado en las últimas reyertas, algunas con final sangriento. Las incursiones en territorio “enemigo” serían consideradas como provocaciones entre sus rivales. Los Black Panther también habrían sufrido un revés importante en sus filas con la detención hace unos años de sus principales líderes. Actualmente y según un informe de la Brigada Provincial de Información, los BP se habrían integrado con otra banda, los “Bloods” que opera a banda nacional e incluso internacional.

Para conseguir esa provocación, algún miembro de la banda contraria subiría una foto a redes sociales en algún lugar correspondiente al territorio enemigo.

Mientras que los DDP usan un pañuelo negro como identificativo, los Black Panther llevan uno rojo. Una disputa territorial que abarcaría toda la ciudad y que no solo abarcaría los barrios guarida -San José y Delicias- sino que también extrapolaría las batallas campales, como la ocurrida en el parque del Tío Jorge el pasado mes de agosto de 2020 en el que una multitud de jóvenes se enfrentarían con machetes de grandes dimensiones en la que resultó un BP herido. Otra reyerta sonada también salió fuera de los límites, esta vez en el parque Grande y en el que un miembro cercano a los BP recibió una puñalada en el abdomen por la que tuvo que entrar a la UCI del Servet.

En las conversaciones intervenidas entre miembros dentro del informe policial, los DDP muestran su preocupación por el crecimiento exponencial de los BP, a los que denominan como “Rosas”, a lo que achacan por tener medidas más laxas para incorporarse en sus filas.
Estos hechos y lo incautado en las intervenciones de los pisos de los DDP, le valió al Juzgado para decretar el ingreso en prisión de todos los detenidos en la macro operación el pasado 2 de marzo, por el cual sus letrados, Javier Elía, Carmen Sánchez Herrero, Carlos Vela, y Luis Ángel Marcén solicitaban la libertad provisional.

Los menores, clave en la renovación

El informe muestra un papel importante de los menores en la banda. No solo como una forma activa en la venta de drogas o la vigilancia en diversos puntos del barrio de San José, sino como una forma de mantener activa la banda en el futuro.

Los menores estarían bajo objeto de “modelaje y supervisión” donde recibirían enseñanzas de como entrar en este mundo de delincuencia. Los DDP utilizan la palabra “frustrar” para referirse a la motivación entre miembros mayores a menores para la inculcación de los valores de la banda.