El Real Zaragoza pide el regalo de la salvación en el día de su 89 cumpleaños

La Romareda llena hasta los topes
photo_camera La Romareda llena hasta los topes

El Real Zaragoza sopla las velas en el día de su 89 cumpleaños pidiendo un único y exclusivo deseo: la salvación de la categoría. Es probable que no sea el cumpleaños más feliz de su historia, pero la felicitación al conjunto aragonés es obligada. En la actualidad quizá lo mejor sea no celebrarlo, aunque del zaragocismo mantiene la esperanza de obtener grandes alegrías en el futuro.

La entidad, anciana en términos absolutos pero joven si se miran el resto de clubes, se encuentra sumida en el abismo de la Segunda División. Los maños han vivido etapas gloriosas a lo largo de sus 89 años de historia y la afición desea poder revivirlas. Y a poder ser, en un estadio municipal donde no tengan cabida las prohibiciones de acceso.

Han pasado 89 años desde que el Iberia se juntó con el Zaragoza; los dos clubes más enemistados pasaban a ser un mismo equipo, y los enfados pasaron a las alegrías del fútbol. Porque esa unión implicó el fin de las disputas de una ciudad dividida en lo futbolístico. A partir de entonces, los Alifantes lograron el ascenso a la máxima categoría y, salvo tropiezos puntuales, el Real Zaragoza mantuvo la vitola de grande.

Más de una decena de finales de Copa del Rey con sus seis respectivos títulos, hazañas en la Copa de Ferias con su correspondiente campeonato, cabalgadas en la Recopa culminadas por el gol de Nayim, peleas por hacerse con el título de Liga… El Real Zaragoza era un club señor, admirado y respetado.

Solo hay que escuchar a Darcy Silveira, Canario, hablar de esos viajes a Inglaterra para pelear la Copa de Ferias. “Nombrar al Real Zaragoza en Gran Bretaña era más imponente que hacerlo con el Real Madrid o el Barcelona. Ganábamos todo. Tras un partido en Ellan Road ante el Leeds tuvimos que salir del vestuario tres veces porque no dejaban de aplaudirnos. Éramos un equipo que daba gusto, jugábamos de maravilla y ganábamos a cualquiera”, declaraba.

Ahora, hablar del Real Zaragoza genera nostalgia entre los más entendidos del fútbol, especialmente entre aquellos a quienes el equipo de La Romareda les conquistó el corazón. Ven como su equipo, tras un nefasto legado en la gestión del club, pelea a duras penas por mantenerse en Segunda División. Sin embargo, ese hueco en la historia nunca se podrá borrar y la hinchada blanquilla dice con orgullo: “Feliz cumpleaños, Real Zaragoza”.