Estreno lluvioso pero concurrido de los productos de la huerta zaragozana en el Rastro

A pesar de la lluvia, los primeros curiosos se han acercado a comprar productos frescos
photo_camera A pesar de la lluvia, los primeros curiosos se han acercado a comprar productos frescos

Este domingo no era el mejor día para estrenar la venta de hortalizas de la huerta zaragozana en el mercadillo de La Almozara. El constante chaparrón que ha calado los puestos invitaba a pensar que poca gente se acercaría, pero aun así han sido varios los que han decidido acudir al estreno. Eso sí, se espera que la afluencia crezca considerablemente cuando salga el sol.

La idea, según expuso en su momento la consejera de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza, era fomentar el mercadillo. Se trataba de poner un nuevo punto de venta de estos alimentos de calidad y, a la vez, que el mercadillo se convirtiese en una zona atractiva e incluso turística. La prueba de este fin de semana no ha sido clarificadora, pero invita al optimismo.

Así lo ha contado Cristóbal Omedes, presidente de la asociación de hortelanos de Zaragoza. “Ha sido mala suerte que haya tocado un día lluvioso. Aunque hay gente comprando, esperamos más público el próximo día”, señalaba. Lo mejor de estos nuevos puestos es que son “frescos y kilómetro cero”, una nueva posibilidad que ofrece el mercadillo y que va a atraer a nuevos curiosos.

Coliflor, cebolla, cilantro, acelgas, lechuga… Todos los productos de temporada estaban disponibles este domingo en la apertura. Para sus asistentes estaba claro qué era lo mejor de todo, en sintonía con Omedes. “Son de temporada y son frescos, que es lo más importante”, señalaba un comprador. Otra indicaba que era “la mejor opción”, mucho mejor que “empezar a venderlos en otras comunidades”.

Nuevos puestos en el Rastro viejo

Jesús Jiménez, presidente del Rastro Viejo de Zaragoza, ha comentado las novedades acaecidas con el último sorteo de puestos. Entre los puestos de nueva creación y los vacíos, son alrededor de 55 los que se han lanzado. La mayoría de los participantes “están muy contentos”. Sin embargo, ha habido problemas que se van a tratar de solucionar, porque “a algunos les han tocado tres mientras a otros no les ha tocado nada”.

Así, el Rastro de Zaragoza presenta un lavado de cara, que incluye nuevos puestos y nuevos productos. El fin de semana que viene servirá de termómetro para concluir si la propuesta va camino del éxito.