Zaragoza destina 25.000 euros para erradicar el abandono escolar de las niñas gitanas

El proyecto ayudará a más de 30 niñas gitanas
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La educación es la base de todo progreso. Es por ello que el Ayuntamiento de Zaragoza se ha unido a la Asociación de Mujeres Gitanas Romi-Cali para combatir el abandono escolar en las niñas gitanas y fomentar el retorno al mundo educativo y, de esta manera, activar el empleo de este grupo. Zaragoza va a destinar un total de 25.000 euros para cumplir con ese propósito y conseguir cumplir la aspiración de la presidenta de la Asociación, Pilar Clavería, y que “las mujeres gitanas se valgan por sí mismas y puedan alcanzar cualquier profesión”.

El Área de Mujer abre así una línea de trabajo para favorecer la igualad de las mujeres gitanas desde su etapa escolar más temprana. De hecho, aunque el nivel educativo de la población gitana ha mejorado en los últimos años, todavía se encuentra muy por debajo del resto, con un 64% de jóvenes gitanos que no logra superar la Educación Secundaria Obligatoria frente al 13% del resto del mundo, según la Estrategia Integral de la Población Gitana en Aragón 2018-2020.

“La discriminación que sufren las mujeres gitanas es doble, por el hecho de ser mujeres, por su género, y por los estereotipos y prejuicios a los que se enfrentan”, ha reconocido la concejal de Mujer e Igualdad, María Antoñanzas. Con esa subvención de 25.000 euros, el Ayuntamiento contempla cumplir sus objetivos a través de dos vías; para superar el absentismo y abandono escolar se impulsará un programa de refuerzo escolar destinado a 30 niñas en siete centros educativos de los barrios de Oliver, Torrero-La Paz y San José. También se trabajará con sus familias para involucrarlas en el proceso escolar de sus hijas, acercándolas al centro educativo.

Por otro lado, desde el Ayuntamiento se busca fomentar el retorno al sistema educativo de jóvenes en situación de desempleo; se trata de mujeres que abandonaron de pequeñas la escolarización, que tienen nociones de lecto-escritura y que ahora en su etapa más adulta quieren retomar su formación para obtener una titulación y tener más posibilidades de acceder al mercado laboral.

“Lo mejor es estudiar. No quisiera morirme antes sin ver a gente de la nuestra que tenga su carrera”, ha reconocido Pilar Clavería, que se ha mostrado muy agradecida con el compromiso del Ayuntamiento, aunque ha pedido la ayuda y la inclusión de los colegios zaragozanos.

A pesar del avance de los últimos años, todavía no se ha logrado superar el abandono escolar en la población gitana, que afecta en mayor medida a las niñas. De hecho, según datos de la estrategia aragonesa, los niveles de escolarización de la población gitana son muy similares a los del conjunto hasta los catorce años y es, a partir de los quince, cuando el número desciende progresivamente. A los 16 años, un 44,5% no cursa ningún tipo de estudio frente al 6,5% en la población general.

La mayor diferencia entre los niveles de escolarización se alcanza a los 18 años, con 50,4 puntos porcentuales de diferencia. Además, las tasas de escolarización de las mujeres gitanas son inferiores a las de los hombres gitanos, al contrario de lo que ocurre en el conjunto de la población. El abandono escolar en las niñas comienza a ser significativo a partir de los doce años, mientras que en los chicos se sitúa en torno a los catorce años de edad.

Tal y como ha explicado la trabajadora social de Romi-Cali, Beti, las principales razones que apuntan las niñas para dejar de estudiar son los motivos familiares, desde el casamiento hasta las labores de cuidado dentro del hogar: “La Asociación pone énfasis en que las niñas gitanas puedan tener una equidad con respecto al resto de las niñas”.

En Aragón, según los datos de la Estrategia Integral para la Población Gitana, un 36,3% de los mayores de 16 años no tienen ningún tipo de estudio formal, el 55,7% solo tiene estudios inferiores a Secundaria y el 7,8% tiene el graduado escolar; únicamente el 0,2% ha superado el bachillerato o un grado superior.