Apenas dos días es lo que le faltan al Real Zaragoza para medirse al Lugo y consumar su oportunidad de dejar atada casi definitivamente la salvación. Son 42 puntos los que alcanzan ya los maños, y alzarse con 45 al final de la jornada 37 sería sinónimo de salvar la categoría a falta de, como mucho, cinco puntos. Por ello, el portero Cristian Álvarez lo ha calificado como “el partido más importante de la temporada”.
El equipo afronta el partido “como la final que es”. “Como venimos afrontando muchos de los últimos partidos y como tenemos que afrontar lo que nos resta”, aseveraba el cancerbero. Como ha recordado, es “el partido más importante de la temporada”. Un triunfo “daría tranquilidad para el resto de temporada y supondría coger aire para lo que resta”.
Físicamente se encuentra bien, habiendo superado sus problemas en el gemelo. Lo mismo sucede en el aspecto psicológico. Se siente “muy afortunado” de poder estar partido tras partido, y cree que, si el equipo sale “con el hambre necesaria”, tendrán “una parte importante ganada”. Es momento de garantizarse un final de liga tranquilo.
Esta temporada es importante dejarla sentenciada para ponerse a preparar la próxima. Estar peleando por no descender es “una exigencia más estresante que se vive de forma negativa”. “Hace que las semanas sean más duras y, cuando peleas por resultados bonitos y objetivos importantes, las semanas se hacen más amenas. Son las dos caras de una misma moneda”, sentenciaba el argentino.
La victoria es vital para seguir fuera de los últimos puestos de la tabla ante un equipo en plena caída libre. El triunfo supondría además dejar casi sentenciado al Lugo en los puestos a Segunda División B, por lo que es imprescindible regresar a Zaragoza con tres puntos bajo el brazo.
