Ibercaja ha celebrado este viernes los 145 años de vida desde la apertura de la primera oficina de la entonces Caja de Ahorros de Zaragoza un 28 de mayo de 1876. Sus fundadores, ilustrados de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, abrieron esta entidad para promover la inclusión financiera de las capas sociales más desfavorecidas y fomentar el desarrollo económico del territorio de la Comunidad.
Ahora, sus dirigentes se encuentran con el octavo grupo bancario a nivel nacional, con más de 1.000 oficinas distribuidas por todo el país, más de 5.000 empleados y superando los 2,5 millones de clientes. Sin embargo, pese a esa posición de aparente buena situación, no se esconden los difíciles retos que tiene por delante la entidad, que ha diseñado su hoja de ruta hasta 2023 en unos años donde los grandes retos “no configuran un camino de rosas”.
Entre esas amenazas destacan, según ha explicado el presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, “un contexto de tipos de interés negativos”, que dificulta la obtención de niveles de rentabilidad, la “impresionante velocidad de la digitalización de la sociedad” o “las nuevas fuentes de competencia que proceden de los grandes operadores tecnológicos”. “Es un escenario exigente para todas las entidades, pero estamos plenamente convencidos de que contamos con los mimbres adecuados”, ha sostenido.
En este sentido, el plan de Ibercaja, denominado Desafío 2023, ya recoge la necesidad de “seguir adaptando” el grupo a las “coordenadas actuales y futuras”, marcadas por el impacto de la Covid-19 en toda la sociedad. “Tenemos una firme apuesta por el crecimiento en banca de empresas, banca personal y seguros, y una relevante actualización y digitalización de nuestros procesos y formas de hacer productos, servicios y formas de comunicación”, ha afirmado Aguirre, dejando claro la meta de “seguir siendo útiles a la sociedad”.
Por su parte, el presidente de Fundación Ibercaja, Amado Franco, ha realizado un repaso por la historia de la compañía, en paralelo con el crecimiento de Aragón durante estos 145 años. “La creación de la Feria de Muestras, la escuela de capacitación agraria, la adquisición de los terrenos para instalación de General Motors, la construcción de estaciones de esquí, el impulso de Plaza, la adquisición terrenos de Expo, y así podríamos seguir”, ha enumerado.
Asimismo, Franco ha resaltado la importancia de Fundación Ibercaja, máxima accionista del banco, con una doble responsabilidad: “mantener sus raíces aragonesas” y “continuar canalizando el dividendo social que genera la actividad del banco, atrayendo las demandas de la sociedad”.
El papel de la banca durante la pandemia
El acto, celebrado en el Patio de la Infanta, ha contado con la presencia de diversas autoridades, teniendo en cuenta las restricciones sanitarias, y la ponencia del secretario general del Tesoro y Financiación Internacional del Gobierno de España, Carlos San Basilio, quien ha puesto de manifiesto el papel que han jugado las entidades bancarias durante la pandemia.
A su juicio, han ofrecido una respuesta “diferente” a la que dieron en 2008, “contribuyendo a algunas medidas importantes para proteger nuestro tejido productivo”. “Sin una banca sólida no habrían sido posibles. Se adoptaron de forma inmediata. El primer Real Decreto Ley de préstamos avalados salió en marzo y en abril, gracias a esta financiación avalada, el crédito subió un 80%. Las decisiones se tomaron muy rápido”, ha aseverado San Basilio.
Ahora, ha añadido, la economía española se encuentra en una “rampa de lanzamiento”, con un “inicio de año titubeante”, pero con “todos los indicadores apuntando hacia la recuperación”. “Incluso, en Aragón las cifras son algo mejores, tanto para la previsión de crecimiento del 6% para España, que aquí es del 7,4%, como para lo que se ve en estos primeros meses. Y esta evolución será sostenida”, ha expuesto San Basilio, que, antes de asistir a la celebración de los 145 años de Ibercaja, ha mantenido una reunión con los principales agentes económicos de la Comunidad y la Delegación de Gobierno.
