El Gobierno de Zaragoza ha aprobado este miércoles una modificación contractual con la empresa Avanza que permitirá la incorporación de nuevos buses eléctricos a la flota existente. De los 68 autobuses que llegarán a partir del último semestre del próximo año, 51 serán de 12 metros, es decir, de tamaño estándar, mientras que los otros 17 serán articulados.
Este aumento de la flota eléctrica de la ciudad reafirma, ha explicado la concejal de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, la apuesta del gobierno por convertirse en una ciudad climáticamente neutra. En este sentido, esta incorporación de autobuses hará que la ciudad pase de tener tan solo 4 buses “cero emisiones” a contar con 72, mientras que 111 unidades son híbridas y 237 continúan siendo diésel.
Será Avanza quien asuma el incremento de la inversión, algo que ha agradecido Chueca, pues a la empresa tan solo le quedan dos años de licitación. Sin embargo, ella misma ha expresado que se trata de la “medida más importante que se ha tomado en materia de Movilidad en los últimos 10 años para que Zaragoza avance en un nuevo modelo de movilidad sostenible en la ciudad”. De hecho, ha llegado a afirmar que la capital aragonesa es en estos momentos “referente a nivel nacional, ya que no hay ninguna ciudad en España que esté tan avanzada en cuanto a sus proyectos de electrificación de sus flotas de transporte público”.
Esta transición hacia una flota eléctrica también permitirá, según creen desde el gobierno, optar a los fondos Next Generation por las condiciones del mismo, dado que la movilidad sostenible en Zaragoza alcanzará el 75%, siendo el 50% el movernos andando y en bicicleta, mientras que el 25% será el transporte público. Y es que, a largo plazo, esta incorporación de buses eléctricos será también un ahorro económico. Tanto es así que sustituir cada autobús diésel por otro eléctrico supone un ahorro de 1.700 toneladas de CO2, de tal forma que cuando la flota este sustituida al completo el ahorro se elevará hasta las 621.000 toneladas.
Esta incorporación será también un ahorro económico en el futuro. Sin embargo, en un principio, Avanza deberá asumir el coste de la adquisición de los vehículos, es decir, la modificación del contrato, se eleva hasta más de 28 millones de euros. Después, será el Ayuntamiento de Zaragoza quien realice los correspondientes Ajustes por Inversión. De cara a futuro, la sustitución de los autobuses diésel por los los eléctricos supondrá un ahorro de costes indirectos asociados a la huella de carbono de casi 40 millones en los buses estándar y de casi 50 en los articulados. En total, solo en 2021 y 2022, el ahorro será de 2.860.515 euros.
Inversión para la transformación en Avanza
Las cocheras municipales gestionadas por Avanza también deberán adaptarse para la recepción de estos nuevos autobuses eléctricos. De esta forma, El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha iniciado los trámites oportunos con la concesionaria para contar con la energía y la capacidad de carga suficientes. Hasta allí se llevará una línea de alta tensión, mientras que también se instalará una red interior de distribución de media tensión.
Además, el sistema de carga elegido han sido los pantógrafos invertidos, de forma que cada uno de ellos alimentará a un autobús individualmente, haciendo que sea más cómodo y mejor para su mantenimiento. En total, se instalarán 75 cargadores, 37 para los buses estándar y 38 de mayor potencia para ser usados indistintamente por los buses articulados como por los de 12 metros. Para situaciones imprevistas también se dispondrá de un cargador adicional semirrápido de 300 kW.
La modificación y adaptación de la infraestructura eléctrica exterior a cocheras para la recarga de autobuses eléctricos asciende a 2.255.947 euros. Mientras, en el interior, la adaptación y la puesta en marcha de los puntos de carga tendrán un coste de 9.100.020 euros.