Hasta 250 rastreadores del Hospital Militar finalizan su labor tras ocho meses y 300.000 llamadas

Las unidades implicadas en esta operación pertenecían a la Brigada Aragón I, al Regimiento de Caballería España 11 y a la Base Aérea de Zaragoza
photo_camera Las unidades implicadas en esta operación pertenecían a la Brigada Aragón I, al Regimiento de Caballería España 11 y a la Base Aérea de Zaragoza

“Buenos días. Le llamo desde el Ejército de Tierra, para notificarle que ha dado usted negativo en la prueba PCR”. Cada día, más de mil llamadas como esta salían desde el Hospital Militar de Zaragoza para comunicar los resultados de los test o la necesidad de aislarse al ser contacto estrecho de un positivo. Una intensa labor que ha contado con la colaboración del Ejército, con 250 profesionales dedicados a fondo durante ocho meses, y a la que pondrán punto, y ojalá que final, durante esta semana.

El Gobierno de Aragón demandó los servicios del Ejército en el mes de octubre, cuando la Comunidad sufrió el inicio de su tercera ola tras las No Fiestas del Pilar, la más virulenta de toda la pandemia. Comenzó la Operación Baluarte, implicando a la Brigada Aragón I, al Regimiento de Caballería España 11 y a la Base Aérea de Zaragoza, y realizando más 300.000 llamadas de rastreo para tratar de focalizar los distintos focos de los contagios y comunicar el resultado de las pruebas diagnósticas.

La delegada del Gobierno, Pilar Alegría, y la consejera de Sanidad, Sira Repollés, han visitado este lunes a los trabajadores dedicados a esta misión, que se puede dar por finalizada toda vez que remiten los contagios y más del 40% de los aragoneses están vacunados. “Es necesario destacar la dedicación y el trabajo durante estos meses tan complicados de lucha contra la pandemia. Queremos felicitarnos porque si tenemos que prescindir de su actividad es porque la situación está mejorando”, ha expuesto Alegría.

Ahora, el Ejecutivo autonómico continuará con esta labor con sus propios recursos, con profesionales incorporados para ello o trasladados desde otras áreas. “Se produjeron contrataciones que ya han finalizado, pero también había personas que modificaron su actividad para convertirse en gestores de casos y rastreos. Ahora están volviendo a sus ocupaciones habituales y contribuyendo a la campaña de vacunación”, ha señalado Repollés.