Juanjo Narváez disparó al poste en la segunda mitad. Foto: LaLiga

El Real Zaragoza cayó en su segundo compromiso de la temporada por 2-0 y no logró perforar la portería rival. Después de irse de vacío de Pucela, la lectura tiende a ser negativa, y sin embargo, fueron cinco acciones concretas las que decantaron la balanza. De haber sido diferentes, los maños se hubiesen llevado la victoria de Valladolid.

Por orden cronológico, la primera es evidente: el gol de Javi Sánchez que puso el 1-0 en el marcador en el minuto 17. No es habitual ver que un disparo de un defensa central a 30 metros de la portería rival realizado con su pierna menos hábil termina en gol. Pero como en el fútbol todo es imprevisible, esta jugada lastró desde el comienzo a los jugadores maños.

La siguiente, también en la primera parte, llegó en el minuto 33. Eguaras ponía un pase por alto perfecto a un desmarque de Francho, que a un solo toque la dejaba para que Iván Azón rematase a puerta vacía. Sin embargo, este la enviaba al poste y, en el rebote, Fran Gámez saltaba sin llegar por centímetros a rematar la pelota.

Dos minutos más tarde volvería a ser protagonista el propio Iván Azón. Eguaras la dejaba para James, que filtraba un pase para el delantero y se encontraba mano a mano con Roberto. Sin embargo, el remata pegaba en el muñeco y el cuero volvía a salir rechazado. Mala suerte para un Real Zaragoza que por méritos debía irse ganando al descanso.

Ya en la recta final, Juanjo Narváez protagonizaba la más clara de la segunda mitad. Provocaba una falta peligrosa, la disparaba y el cuero se marchaba fuera después de golpear el poste. Segundo palo del conjunto maño que no lograba el empate por mucho que lo intentase. Y hasta aquí las ocasiones de los zaragocistas.

Si los locales empezaron siendo protagonistas de las acciones que marcaron el partido, decidieron que debían serlo para finalizar. A Petrovic le robó la cartera Rubén Alcaraz para filtrar un pase entre líneas que recibía Toni Villa en el minuto 90 y hacía así el 2-0. Sentenciaba el Valladolid un partido que, de haber cambiado ligeramente las circunstancias, como mucho habría sumado un empate.

El Real Zaragoza debe ahora centrarse en afinar su puntería de cara a la portería rival para el partido ante el Cartagena. La victoria es fundamental para no entrar en una dinámica negativa nada más comenzar la temporada que puede lastrar todo el año. Eso sí, para ello podrá contar con el apoyo de su afición en el estadio de La Romareda.

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